TERCERA MARATÓN EL DESEO
El pueblo es chico, pero evidentemente todo queda lejos de todo. Por estos días hemos asistido a la tercera infructuosa carrerita de un galán atormentado: primero fue Simón, después Costumbrito, ahora Máximo.
Y si sumamos la de pa(javier) por el bosque, transmutado en el Hombre Lobo Alérgico (y, por qué no, el trote sudoroso de la conchudita triste e impune cuando Máximo la seguía en descapotable), estamos ante la presencia de un RECURSO AGOTADO.
14.7.04
6.7.04
2.7.04
EL PETARDISTA MELANCOLICO
Como habrán notado (casi) todos (al menos los que no usan un casco que les afecta el carozo), hace diez días que no posteamos. Explicaciones hay muchas, a veces lo vimos y otras no, pero la razón más contundente para dejar de escribir es que últimamente El Deseo no nos mueve un pelo. Nada.
Este blog empezó porque nos entusiasmó (y todavía nos entusiasma) la idea de hacer un blog donde todos los días poder poner algo relacionado con una telenovela, aún sabiendo de entrada que no es nada fácil (la dinámica de una tira diaria no da para que en todos los capítulos haya grandes momentos) y admitiendo que muchas veces íbamos a tener que emparchar esta carencia de cosas ara decir, apelando a comnetarios más allá de los sucesos cotidianos de la tira y hasta inventando cosas como el test para fanáticos y demás verduras, cosas que, nos parece, muchas veces son más ricas y menos pretenciosas que el análisis sesudo y culturoso del estilo "las tres formas del deseo" que nos presentó nuestro entrañable y díscolo cacerolo, allá por los primeros comentarios.
De última, es blog es nuestros, y si te gusta leelo y si no te gusta hacete el tuyo.
Pasamos más de dos meses hablando de la novela, con acidez, con ironía, con ensañamiento, pero sobre todo con ganas. Sólo el que ve novelas puede entender los motivos que hacen que la gente se enganche con una y siga enganchado aún despúes de criticarla, no estar de acuerdo con los giros de la historia e, incluso, darle palos sin pausa. Es así, es parte de las reglas, si decimos que Mercedes es insoportable cuando declama, o decimos que Celeste Cid fue la pionera de las Mortimer Cuadriculadas, o le pedimos a Flauta que se bañe, es porque la novela nos atrae, nos interesa. Si no fuera así, no escribiríamos nada.
Como desde hace diez días.
Así que acá van un compilado de frases infundadas y vacías para que cacerolo y durazno y todos los filósofos que se matan con este blog no sufran demasiado por el síndrome de abstinencia (gracias dianita, pero no te gastes, nunca entienden nada):
El misterio del tesoro, el libro en alemán, el árbol, y el periodista investigador, por ahora no nos mueve un pelo.
La pareja de Carmen y Máximo (a quien informamos que si ponés Segundo Rosales en un buscador como hizo el, salen 36.900 resultados) no nos mueve un pelo (ni siquiera desde que Máximo se decide a hacer lo que sea por la revancha, aún a pesar de la Colmenares que resultó Carmen, digna hija de Flauta y su idealismo de hippie encapsulado)
La idiotización de Antonieta, su simulacro de suicidio y el sufffrimiento de sus padres, no nos mueven un pelo
Y ahí están Mabelita, y Félix (bueh...) y Faustina, y Rosales, tratando de hacer agua en el desierto. Pero no alcanza, porque sus personajes todavía no pesan lo suficiente en la trama.
¿Qué más pasa en El Deseo? Por ahora poco y nada. Si ni siquiera la respetan en Telefé (nunca se vio un programa de televisión con más de 15 puntos de rating tan mal tratado por su propio canal) no pueden esperar demasiado de su público. Sinceramente, si no fuera porque Nancy Dupláa nos resulta insoportable más allá de cualquier canon, Carina Zampini reedita su mala de Ricos y famosos y Arana es capaz de competir cara a cara con el uruguayo en maderidad, ya hubiésemos hecho zapping hace rato.
Como habrán notado (casi) todos (al menos los que no usan un casco que les afecta el carozo), hace diez días que no posteamos. Explicaciones hay muchas, a veces lo vimos y otras no, pero la razón más contundente para dejar de escribir es que últimamente El Deseo no nos mueve un pelo. Nada.
Este blog empezó porque nos entusiasmó (y todavía nos entusiasma) la idea de hacer un blog donde todos los días poder poner algo relacionado con una telenovela, aún sabiendo de entrada que no es nada fácil (la dinámica de una tira diaria no da para que en todos los capítulos haya grandes momentos) y admitiendo que muchas veces íbamos a tener que emparchar esta carencia de cosas ara decir, apelando a comnetarios más allá de los sucesos cotidianos de la tira y hasta inventando cosas como el test para fanáticos y demás verduras, cosas que, nos parece, muchas veces son más ricas y menos pretenciosas que el análisis sesudo y culturoso del estilo "las tres formas del deseo" que nos presentó nuestro entrañable y díscolo cacerolo, allá por los primeros comentarios.
De última, es blog es nuestros, y si te gusta leelo y si no te gusta hacete el tuyo.
Pasamos más de dos meses hablando de la novela, con acidez, con ironía, con ensañamiento, pero sobre todo con ganas. Sólo el que ve novelas puede entender los motivos que hacen que la gente se enganche con una y siga enganchado aún despúes de criticarla, no estar de acuerdo con los giros de la historia e, incluso, darle palos sin pausa. Es así, es parte de las reglas, si decimos que Mercedes es insoportable cuando declama, o decimos que Celeste Cid fue la pionera de las Mortimer Cuadriculadas, o le pedimos a Flauta que se bañe, es porque la novela nos atrae, nos interesa. Si no fuera así, no escribiríamos nada.
Como desde hace diez días.
Así que acá van un compilado de frases infundadas y vacías para que cacerolo y durazno y todos los filósofos que se matan con este blog no sufran demasiado por el síndrome de abstinencia (gracias dianita, pero no te gastes, nunca entienden nada):
El misterio del tesoro, el libro en alemán, el árbol, y el periodista investigador, por ahora no nos mueve un pelo.
La pareja de Carmen y Máximo (a quien informamos que si ponés Segundo Rosales en un buscador como hizo el, salen 36.900 resultados) no nos mueve un pelo (ni siquiera desde que Máximo se decide a hacer lo que sea por la revancha, aún a pesar de la Colmenares que resultó Carmen, digna hija de Flauta y su idealismo de hippie encapsulado)
La idiotización de Antonieta, su simulacro de suicidio y el sufffrimiento de sus padres, no nos mueven un pelo
Y ahí están Mabelita, y Félix (bueh...) y Faustina, y Rosales, tratando de hacer agua en el desierto. Pero no alcanza, porque sus personajes todavía no pesan lo suficiente en la trama.
¿Qué más pasa en El Deseo? Por ahora poco y nada. Si ni siquiera la respetan en Telefé (nunca se vio un programa de televisión con más de 15 puntos de rating tan mal tratado por su propio canal) no pueden esperar demasiado de su público. Sinceramente, si no fuera porque Nancy Dupláa nos resulta insoportable más allá de cualquier canon, Carina Zampini reedita su mala de Ricos y famosos y Arana es capaz de competir cara a cara con el uruguayo en maderidad, ya hubiésemos hecho zapping hace rato.
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