TERCERA MARATÓN EL DESEO
El pueblo es chico, pero evidentemente todo queda lejos de todo. Por estos días hemos asistido a la tercera infructuosa carrerita de un galán atormentado: primero fue Simón, después Costumbrito, ahora Máximo.
Y si sumamos la de pa(javier) por el bosque, transmutado en el Hombre Lobo Alérgico (y, por qué no, el trote sudoroso de la conchudita triste e impune cuando Máximo la seguía en descapotable), estamos ante la presencia de un RECURSO AGOTADO.
14.7.04
6.7.04
2.7.04
EL PETARDISTA MELANCOLICO
Como habrán notado (casi) todos (al menos los que no usan un casco que les afecta el carozo), hace diez días que no posteamos. Explicaciones hay muchas, a veces lo vimos y otras no, pero la razón más contundente para dejar de escribir es que últimamente El Deseo no nos mueve un pelo. Nada.
Este blog empezó porque nos entusiasmó (y todavía nos entusiasma) la idea de hacer un blog donde todos los días poder poner algo relacionado con una telenovela, aún sabiendo de entrada que no es nada fácil (la dinámica de una tira diaria no da para que en todos los capítulos haya grandes momentos) y admitiendo que muchas veces íbamos a tener que emparchar esta carencia de cosas ara decir, apelando a comnetarios más allá de los sucesos cotidianos de la tira y hasta inventando cosas como el test para fanáticos y demás verduras, cosas que, nos parece, muchas veces son más ricas y menos pretenciosas que el análisis sesudo y culturoso del estilo "las tres formas del deseo" que nos presentó nuestro entrañable y díscolo cacerolo, allá por los primeros comentarios.
De última, es blog es nuestros, y si te gusta leelo y si no te gusta hacete el tuyo.
Pasamos más de dos meses hablando de la novela, con acidez, con ironía, con ensañamiento, pero sobre todo con ganas. Sólo el que ve novelas puede entender los motivos que hacen que la gente se enganche con una y siga enganchado aún despúes de criticarla, no estar de acuerdo con los giros de la historia e, incluso, darle palos sin pausa. Es así, es parte de las reglas, si decimos que Mercedes es insoportable cuando declama, o decimos que Celeste Cid fue la pionera de las Mortimer Cuadriculadas, o le pedimos a Flauta que se bañe, es porque la novela nos atrae, nos interesa. Si no fuera así, no escribiríamos nada.
Como desde hace diez días.
Así que acá van un compilado de frases infundadas y vacías para que cacerolo y durazno y todos los filósofos que se matan con este blog no sufran demasiado por el síndrome de abstinencia (gracias dianita, pero no te gastes, nunca entienden nada):
El misterio del tesoro, el libro en alemán, el árbol, y el periodista investigador, por ahora no nos mueve un pelo.
La pareja de Carmen y Máximo (a quien informamos que si ponés Segundo Rosales en un buscador como hizo el, salen 36.900 resultados) no nos mueve un pelo (ni siquiera desde que Máximo se decide a hacer lo que sea por la revancha, aún a pesar de la Colmenares que resultó Carmen, digna hija de Flauta y su idealismo de hippie encapsulado)
La idiotización de Antonieta, su simulacro de suicidio y el sufffrimiento de sus padres, no nos mueven un pelo
Y ahí están Mabelita, y Félix (bueh...) y Faustina, y Rosales, tratando de hacer agua en el desierto. Pero no alcanza, porque sus personajes todavía no pesan lo suficiente en la trama.
¿Qué más pasa en El Deseo? Por ahora poco y nada. Si ni siquiera la respetan en Telefé (nunca se vio un programa de televisión con más de 15 puntos de rating tan mal tratado por su propio canal) no pueden esperar demasiado de su público. Sinceramente, si no fuera porque Nancy Dupláa nos resulta insoportable más allá de cualquier canon, Carina Zampini reedita su mala de Ricos y famosos y Arana es capaz de competir cara a cara con el uruguayo en maderidad, ya hubiésemos hecho zapping hace rato.
Como habrán notado (casi) todos (al menos los que no usan un casco que les afecta el carozo), hace diez días que no posteamos. Explicaciones hay muchas, a veces lo vimos y otras no, pero la razón más contundente para dejar de escribir es que últimamente El Deseo no nos mueve un pelo. Nada.
Este blog empezó porque nos entusiasmó (y todavía nos entusiasma) la idea de hacer un blog donde todos los días poder poner algo relacionado con una telenovela, aún sabiendo de entrada que no es nada fácil (la dinámica de una tira diaria no da para que en todos los capítulos haya grandes momentos) y admitiendo que muchas veces íbamos a tener que emparchar esta carencia de cosas ara decir, apelando a comnetarios más allá de los sucesos cotidianos de la tira y hasta inventando cosas como el test para fanáticos y demás verduras, cosas que, nos parece, muchas veces son más ricas y menos pretenciosas que el análisis sesudo y culturoso del estilo "las tres formas del deseo" que nos presentó nuestro entrañable y díscolo cacerolo, allá por los primeros comentarios.
De última, es blog es nuestros, y si te gusta leelo y si no te gusta hacete el tuyo.
Pasamos más de dos meses hablando de la novela, con acidez, con ironía, con ensañamiento, pero sobre todo con ganas. Sólo el que ve novelas puede entender los motivos que hacen que la gente se enganche con una y siga enganchado aún despúes de criticarla, no estar de acuerdo con los giros de la historia e, incluso, darle palos sin pausa. Es así, es parte de las reglas, si decimos que Mercedes es insoportable cuando declama, o decimos que Celeste Cid fue la pionera de las Mortimer Cuadriculadas, o le pedimos a Flauta que se bañe, es porque la novela nos atrae, nos interesa. Si no fuera así, no escribiríamos nada.
Como desde hace diez días.
Así que acá van un compilado de frases infundadas y vacías para que cacerolo y durazno y todos los filósofos que se matan con este blog no sufran demasiado por el síndrome de abstinencia (gracias dianita, pero no te gastes, nunca entienden nada):
El misterio del tesoro, el libro en alemán, el árbol, y el periodista investigador, por ahora no nos mueve un pelo.
La pareja de Carmen y Máximo (a quien informamos que si ponés Segundo Rosales en un buscador como hizo el, salen 36.900 resultados) no nos mueve un pelo (ni siquiera desde que Máximo se decide a hacer lo que sea por la revancha, aún a pesar de la Colmenares que resultó Carmen, digna hija de Flauta y su idealismo de hippie encapsulado)
La idiotización de Antonieta, su simulacro de suicidio y el sufffrimiento de sus padres, no nos mueven un pelo
Y ahí están Mabelita, y Félix (bueh...) y Faustina, y Rosales, tratando de hacer agua en el desierto. Pero no alcanza, porque sus personajes todavía no pesan lo suficiente en la trama.
¿Qué más pasa en El Deseo? Por ahora poco y nada. Si ni siquiera la respetan en Telefé (nunca se vio un programa de televisión con más de 15 puntos de rating tan mal tratado por su propio canal) no pueden esperar demasiado de su público. Sinceramente, si no fuera porque Nancy Dupláa nos resulta insoportable más allá de cualquier canon, Carina Zampini reedita su mala de Ricos y famosos y Arana es capaz de competir cara a cara con el uruguayo en maderidad, ya hubiésemos hecho zapping hace rato.
22.6.04
CANILLA LIBRE
El otro día eran las lamparitas, ayer fue la canilla. La finadita anda como loca.
Menos mal que está ella para ir delimitando el largo y tediosos camino hacia la verdad.
Y ya que estamos, la verdad es que se podría copar un poco más y explicarle a algunos de los lugareños de El Deseo cuál es el modo lógico de comportamiento.
Por ejemplo:
Flauta: ¡No podés sentir tanto dolor por algo que nunca tuviste, nunca fue, nunca supiste, nunca quisiste, nunca imaginaste, nunca jamás!
Resulta que, veintipico de años después, vienen y te dicen que tuviste un hijo pero que se murió.
Está bien. Convengamos en que la idea no es graciosa y no le haría feliz a nadie.
Pero, ¿tanta pena?, ¿tanto dolor?, ¿tanto llanto?, ¿tanta escena patética en bosque?
No, Flauta, si necesitabas algo para fundamentar tu amargura, tu resentimiento, tu insoportabilidad, tu hablar gangoso, tu poca afeccion al baño, e incluso, tu sobrepeso, la noticia te vino como anillo al dedo.
Pero (nuevamente) ¿era para tanto?
Pocas veces hemos presenciado momentos tan insosteniblemente melodramático-bobos. Y todo esto con la cortina de fondo ( "Plegaria para un niño dormido, quizás tenga flores en su ombligo", posiblemente peor elegida para la ocasión.
O no. Peor hubiera sido "Era en abril". Ahí si que al trasnochado del musicalizador le habría fallado el Winco definitivamente.
Flauta: te pedimos por favor que las flores, en lugar de en el ombligo, te las metas bien en el orto y vuelvas a tu carpita del amor a sostenerle el trapecio a Carmencita, no sea cosa que tu nena se lastime y después te tengamos que soportar llorando otra vez más.
Le solicitamos también a Luisita que por favor le abra una canillita a Faustina que cada día nos decepciona más: - Lo único que me gané en la vida es una bolsa de naranjas de ombligo en la kermesse del pueblo- (¡y dáaaaale con los ombligos!) en una escena adonde el horrible y sobreactuado desempeño de la ex-futura yegua, nos hizo ver a la promotora rubia como una especie de Meryl Streep en La decisión de Sophie. Y ya que seguimos con eso de los ombligos...¿Refrescó en El deseo? ¿Se vino el invierno cruel? ¿No era que había microclima?
Nobleza obliga, Antonia viene ganando puntos. La hot line cotiza en alza y las caritas de gata ardiente en bata de satén, todo un logro.
El garfio de las cloacas, sin lugar a dudas el personaje más tierno y entrañable del deseo, con la concha a flor de labios y la puteada pronta. Nos encanta.
Por último, y si no es mucho pedir, esperamos que Luisa continue bañando con su agüita bendita la blonda cabellera de Carmen y que ésta penetre en su delicado cerebrito de yegua haciéndole comprender (como hasta ahora) que se tiene que mantener bien alejada del ARQUITECTO/periodista del orto y que, sindudamente su pollo es Máximo.
Además ganó el Martín Fierro. Y ahora lo queremos todavía mucho más.
El otro día eran las lamparitas, ayer fue la canilla. La finadita anda como loca.
Menos mal que está ella para ir delimitando el largo y tediosos camino hacia la verdad.
Y ya que estamos, la verdad es que se podría copar un poco más y explicarle a algunos de los lugareños de El Deseo cuál es el modo lógico de comportamiento.
Por ejemplo:
Flauta: ¡No podés sentir tanto dolor por algo que nunca tuviste, nunca fue, nunca supiste, nunca quisiste, nunca imaginaste, nunca jamás!
Resulta que, veintipico de años después, vienen y te dicen que tuviste un hijo pero que se murió.
Está bien. Convengamos en que la idea no es graciosa y no le haría feliz a nadie.
Pero, ¿tanta pena?, ¿tanto dolor?, ¿tanto llanto?, ¿tanta escena patética en bosque?
No, Flauta, si necesitabas algo para fundamentar tu amargura, tu resentimiento, tu insoportabilidad, tu hablar gangoso, tu poca afeccion al baño, e incluso, tu sobrepeso, la noticia te vino como anillo al dedo.
Pero (nuevamente) ¿era para tanto?
Pocas veces hemos presenciado momentos tan insosteniblemente melodramático-bobos. Y todo esto con la cortina de fondo ( "Plegaria para un niño dormido, quizás tenga flores en su ombligo", posiblemente peor elegida para la ocasión.
O no. Peor hubiera sido "Era en abril". Ahí si que al trasnochado del musicalizador le habría fallado el Winco definitivamente.
Flauta: te pedimos por favor que las flores, en lugar de en el ombligo, te las metas bien en el orto y vuelvas a tu carpita del amor a sostenerle el trapecio a Carmencita, no sea cosa que tu nena se lastime y después te tengamos que soportar llorando otra vez más.
Le solicitamos también a Luisita que por favor le abra una canillita a Faustina que cada día nos decepciona más: - Lo único que me gané en la vida es una bolsa de naranjas de ombligo en la kermesse del pueblo- (¡y dáaaaale con los ombligos!) en una escena adonde el horrible y sobreactuado desempeño de la ex-futura yegua, nos hizo ver a la promotora rubia como una especie de Meryl Streep en La decisión de Sophie. Y ya que seguimos con eso de los ombligos...¿Refrescó en El deseo? ¿Se vino el invierno cruel? ¿No era que había microclima?
Nobleza obliga, Antonia viene ganando puntos. La hot line cotiza en alza y las caritas de gata ardiente en bata de satén, todo un logro.
El garfio de las cloacas, sin lugar a dudas el personaje más tierno y entrañable del deseo, con la concha a flor de labios y la puteada pronta. Nos encanta.
Por último, y si no es mucho pedir, esperamos que Luisa continue bañando con su agüita bendita la blonda cabellera de Carmen y que ésta penetre en su delicado cerebrito de yegua haciéndole comprender (como hasta ahora) que se tiene que mantener bien alejada del ARQUITECTO/periodista del orto y que, sindudamente su pollo es Máximo.
Además ganó el Martín Fierro. Y ahora lo queremos todavía mucho más.
18.6.04
EL DíA D
El de ayer fue un capítulo pletórico de momentos cumbre y otros cotillones. Uno de esos capítulos que, a pesar de que no pudimos disfrutar a pleno (condenadas como estamos a Penales y Libertadores) agradecemos con una sonrisa de beneplácito. Repasemos.
EL momento cumbre por excelencia fue, sindudamente, el pico que Mabelita le robó a Félix. Estupendo. Inconmensurable. La carita de él diciendo "si pudiera...", la de ella, más colorada que en pleno ataque de alergia (ojitos de voy a hacer una travesura), el besito corto que promete más. Se palpita el milagro: la pareja de F y M es la esperanza y el futuro de El Deseo.
No menos cumbre y no menos prometedora fue la hot line de gente loca que inauguraron el Capitán Garfio de la Lora y Mortimer ("de incógnito"), cerrando la charla con un "te mando un beso, conchudita". Qué liiindo.
Y después:
La pelea Máximo - Dalmiro, que vimos poco ya que sucedió en simultaneo con los penales, parece que estuvo mejor que el partido. Una lástima.
La cara de boba de Carmen recordandose en tutu, cuando descubrió que no quería ser bailarina sino subirse al trapecio para volar.
El guiño a Resistiré (lo sentimos pero no somos nosotras las que nos empeñamos en comparaciones) cuando Javier le dice a Bruno que tendría que haber llamado a un ingeniero (su personaje de antes) para arreglar la bici.
Faustina de partuza en Buenos Aires con el nabo de Simón (guatambú de primera cosecha), que le hace regalitos sin dejar de preocuparse por lo que va a decir Costumbrito (estrenando papel de chupamedias de Dalmiro, algo así como aspirante a gangster).
El telefonito nuevo de Carmen, para que Máximo pueda llamarla y decirle cosas chanchas sin que Flauta y Félix estén en el medio.
Y finalmente, el lanzamiento de la línea sobrenatural:
Después de tanto flit, Javier encontró lo suyo: al mejor estilo Carrie I se dedicó a reventar lamparitas (¡las luces de la existencia!) que revelan mensajes. Un acierto la escena en la que el despechado repite los gestos de la técnica trapecial de Carmen y descubre unos nombres rarísimos (schatz, wunsch y nein leben, auténticos chucruts enigmáticos para resolver en el futuro) y al Arquitecto Lorenzo Utrera que resulta ser el Médico que firmó el certificado de defunción trucho de Carmen, la por entonces finadita, angelito, cosita de dios. Papelito que fuera rescatado por sus desolados padres, después de que se les iluminara la lámparita y decidieran reventar la puerta del misterioso cuartito de Luisa.
Como verán, mucho más de lo que nos tienen acostumbrados.
Sigan así, que van por buen camino.
No queremos terminar el post sin agradecerle a Peperina su más que pormenorizado relato del capítulo perdido.
Muy bien 10. Lo mejor de la semana.
El de ayer fue un capítulo pletórico de momentos cumbre y otros cotillones. Uno de esos capítulos que, a pesar de que no pudimos disfrutar a pleno (condenadas como estamos a Penales y Libertadores) agradecemos con una sonrisa de beneplácito. Repasemos.
EL momento cumbre por excelencia fue, sindudamente, el pico que Mabelita le robó a Félix. Estupendo. Inconmensurable. La carita de él diciendo "si pudiera...", la de ella, más colorada que en pleno ataque de alergia (ojitos de voy a hacer una travesura), el besito corto que promete más. Se palpita el milagro: la pareja de F y M es la esperanza y el futuro de El Deseo.
No menos cumbre y no menos prometedora fue la hot line de gente loca que inauguraron el Capitán Garfio de la Lora y Mortimer ("de incógnito"), cerrando la charla con un "te mando un beso, conchudita". Qué liiindo.
Y después:
La pelea Máximo - Dalmiro, que vimos poco ya que sucedió en simultaneo con los penales, parece que estuvo mejor que el partido. Una lástima.
La cara de boba de Carmen recordandose en tutu, cuando descubrió que no quería ser bailarina sino subirse al trapecio para volar.
El guiño a Resistiré (lo sentimos pero no somos nosotras las que nos empeñamos en comparaciones) cuando Javier le dice a Bruno que tendría que haber llamado a un ingeniero (su personaje de antes) para arreglar la bici.
Faustina de partuza en Buenos Aires con el nabo de Simón (guatambú de primera cosecha), que le hace regalitos sin dejar de preocuparse por lo que va a decir Costumbrito (estrenando papel de chupamedias de Dalmiro, algo así como aspirante a gangster).
El telefonito nuevo de Carmen, para que Máximo pueda llamarla y decirle cosas chanchas sin que Flauta y Félix estén en el medio.
Y finalmente, el lanzamiento de la línea sobrenatural:
Después de tanto flit, Javier encontró lo suyo: al mejor estilo Carrie I se dedicó a reventar lamparitas (¡las luces de la existencia!) que revelan mensajes. Un acierto la escena en la que el despechado repite los gestos de la técnica trapecial de Carmen y descubre unos nombres rarísimos (schatz, wunsch y nein leben, auténticos chucruts enigmáticos para resolver en el futuro) y al Arquitecto Lorenzo Utrera que resulta ser el Médico que firmó el certificado de defunción trucho de Carmen, la por entonces finadita, angelito, cosita de dios. Papelito que fuera rescatado por sus desolados padres, después de que se les iluminara la lámparita y decidieran reventar la puerta del misterioso cuartito de Luisa.
Como verán, mucho más de lo que nos tienen acostumbrados.
Sigan así, que van por buen camino.
No queremos terminar el post sin agradecerle a Peperina su más que pormenorizado relato del capítulo perdido.
Muy bien 10. Lo mejor de la semana.
17.6.04
Por momentos, uno puede decir que en El Deseo todo pasa raudo y sin procesar, como un atracón de comida. Así pasó el "romance" de Carmen con Simón, y el de la misma con Javier, el de éste con Mercedes, el enojo de ella por la traición de Dalmiro. Así, como pichones de Flash Gordon pasaron Luisa y Casariego y el hombre lobo y Tomasini. Y tanto y tantos más. Pareciera como si en el pueblo las cosas empezaran prometiendo ser interesantes y, antes de terminar de florecer, fueran borradas de un plumazo.
Otras veces, en cambio, los tiempos parecen chicles largamente masticados, y entonces nos demoramos casi todo un capítulo en una típica comedia de enredos con puertas que se abren y se cierra, gente que entra y sale y se esconde y es descubierta en situaciones comprometidas. Todos encerrados en el spa. Un capítulo entero, justo en el momento en que la cosa tiene que empezar a empezar, demorado pueblerinamente en la incursión clandestina de Máximo y en una anécdota que no pasa del chiste (meterlo a Félix en la bañadera), y que seguramente se usará para echar a andar el milagro que hará caminar a nuestro querido "efe" para poder amar sin obstáculos a "eme". Ah, y un par de minutos para que el freak de Rosales, en medio de su aluvión de puteadas, nos informe para qué cornos quiere el agua termal. Parece que lo sobrenatural se torna inevitable.
Que así sea. Porque a nosotras, sinceramente, lo que pasa no sólo que todavía no nos alcanza, sino que nos parece que está llegando demasiado tarde. Como diría Máximo, si es necesario, inventemos algo, un cataclismo una inundación, una cruzada solidaria.
Eso, eso. Una cruzada solidaria para comprarle a Javier un boleto de vuelta a Buenos Aires. Que deje el periodismo, que estudie ingeniería y que cuando se haya vuelto un poquito menos pajero y más Santi, vuelva.
Otras veces, en cambio, los tiempos parecen chicles largamente masticados, y entonces nos demoramos casi todo un capítulo en una típica comedia de enredos con puertas que se abren y se cierra, gente que entra y sale y se esconde y es descubierta en situaciones comprometidas. Todos encerrados en el spa. Un capítulo entero, justo en el momento en que la cosa tiene que empezar a empezar, demorado pueblerinamente en la incursión clandestina de Máximo y en una anécdota que no pasa del chiste (meterlo a Félix en la bañadera), y que seguramente se usará para echar a andar el milagro que hará caminar a nuestro querido "efe" para poder amar sin obstáculos a "eme". Ah, y un par de minutos para que el freak de Rosales, en medio de su aluvión de puteadas, nos informe para qué cornos quiere el agua termal. Parece que lo sobrenatural se torna inevitable.
Que así sea. Porque a nosotras, sinceramente, lo que pasa no sólo que todavía no nos alcanza, sino que nos parece que está llegando demasiado tarde. Como diría Máximo, si es necesario, inventemos algo, un cataclismo una inundación, una cruzada solidaria.
Eso, eso. Una cruzada solidaria para comprarle a Javier un boleto de vuelta a Buenos Aires. Que deje el periodismo, que estudie ingeniería y que cuando se haya vuelto un poquito menos pajero y más Santi, vuelva.
16.6.04
Paso a paso, Dalmiro va queriendo.
Cara de goma pero calentón, machito, jodido, retorcido, especulante. Capaz de cualquier cosa.
Paso a paso, Mercedes va volviendo al redil.
Dice amor, se preocupa, sufre y se contorsiona toda, a Javier ni lo registra.
Paso a paso, Javier se hunde en la indignidad.
Ahora suplica que le supliquen.
En cualquier momento sale con el hit "soy tu Manual Kapeluz" (o Santillana, que es lo mismo casi).
Paso a paso, Mabelita y Félix demuestran quiénes son los mejores.
A pesar de la inexplicable y más que traída de los pelos incursión clandestina a la bañera de los Bernal.
Que se besen, que se besen...
Paso a paso, vamos perdiendo control sobre el control remoto.
Suerte que ayer vimos un bloque y pudimos decir todo esto, porque del resto, nada, ni la más remota idea. Y no sólo eso, de acá en más, no podemos garantizar nada de nada. Como está servida la mano, cuando no sea la Libertadores serán los Pistons y si no la Eurocopa y así todo.
¿Por qué tuvieron que esperar tanto para que empezar a ponerse buena?
Estamos en emergencia y más que nunca necesitamos del apoyo de nuestra colaboradoras. No nos dejen solas, plis.
Cara de goma pero calentón, machito, jodido, retorcido, especulante. Capaz de cualquier cosa.
Paso a paso, Mercedes va volviendo al redil.
Dice amor, se preocupa, sufre y se contorsiona toda, a Javier ni lo registra.
Paso a paso, Javier se hunde en la indignidad.
Ahora suplica que le supliquen.
En cualquier momento sale con el hit "soy tu Manual Kapeluz" (o Santillana, que es lo mismo casi).
Paso a paso, Mabelita y Félix demuestran quiénes son los mejores.
A pesar de la inexplicable y más que traída de los pelos incursión clandestina a la bañera de los Bernal.
Que se besen, que se besen...
Paso a paso, vamos perdiendo control sobre el control remoto.
Suerte que ayer vimos un bloque y pudimos decir todo esto, porque del resto, nada, ni la más remota idea. Y no sólo eso, de acá en más, no podemos garantizar nada de nada. Como está servida la mano, cuando no sea la Libertadores serán los Pistons y si no la Eurocopa y así todo.
¿Por qué tuvieron que esperar tanto para que empezar a ponerse buena?
Estamos en emergencia y más que nunca necesitamos del apoyo de nuestra colaboradoras. No nos dejen solas, plis.
15.6.04
CERRADO POR DUELO
Hoy debiera un día para festejar, para esperanzarse, para volver a creer.
Un día de aquellos debiera ser.
Nosotras, exultantes, diríamos que ahora sí, que la cosa se va poniendo linda, que la historia va queriendo.
Hablaríamos de la pareja de Carmen y Máximo (levemente nabolizados, pero bue, así es el amor), de cómo la cosa se pone interesante ahora que se apilan los tiros, los entuertos y los finaditos. Hablaríamos del regreso al hogar de Mercedes y su "amor, acá no ha pasado nada" (al fin de cuentas sí era calentura y sí era despecho, lejos está la Gran Hermana de ser una yegua).
Hablaríamos, muy bien incluso, de Hilario, que la verdad que ayer se lució leyendo la carta de Dalmiro por la radio. Pero sobre todo, se nos irían las horas hablando del típico enfrentamiento de nabos que desembocó en Dalmiro cagando a palos a Tomasini: "pelotuda y calentona... cómo me la garché... polvo a polvo fui entrando en tu agenda hasta llegar a Casariego". ¡Qué lindos que son los nabos cuando compiten a ver quién la tiene más grande!
Hasta hablaríamos de los despechados, del "mentime y llamame Marta" de Javier, del desgarrador reclamo de Manual Santillana, a punto de arder en calentura acumulada, de las visiones de Cristobalito, por qué no.
Pero no, no vamos a hablar de nada. Hoy estamos de duelo.
Tomasini, te vamos a extrañar. Vos eras el más lindo y el más nabo de todos.
Hoy debiera un día para festejar, para esperanzarse, para volver a creer.
Un día de aquellos debiera ser.
Nosotras, exultantes, diríamos que ahora sí, que la cosa se va poniendo linda, que la historia va queriendo.
Hablaríamos de la pareja de Carmen y Máximo (levemente nabolizados, pero bue, así es el amor), de cómo la cosa se pone interesante ahora que se apilan los tiros, los entuertos y los finaditos. Hablaríamos del regreso al hogar de Mercedes y su "amor, acá no ha pasado nada" (al fin de cuentas sí era calentura y sí era despecho, lejos está la Gran Hermana de ser una yegua).
Hablaríamos, muy bien incluso, de Hilario, que la verdad que ayer se lució leyendo la carta de Dalmiro por la radio. Pero sobre todo, se nos irían las horas hablando del típico enfrentamiento de nabos que desembocó en Dalmiro cagando a palos a Tomasini: "pelotuda y calentona... cómo me la garché... polvo a polvo fui entrando en tu agenda hasta llegar a Casariego". ¡Qué lindos que son los nabos cuando compiten a ver quién la tiene más grande!
Hasta hablaríamos de los despechados, del "mentime y llamame Marta" de Javier, del desgarrador reclamo de Manual Santillana, a punto de arder en calentura acumulada, de las visiones de Cristobalito, por qué no.
Pero no, no vamos a hablar de nada. Hoy estamos de duelo.
Tomasini, te vamos a extrañar. Vos eras el más lindo y el más nabo de todos.
11.6.04
-Che, yegua, tengo un problema
-¿Qué te pasó?
-No vi El Deseo
-Uh, yo tampoco.
-Y, claro, ver El Deseo es nuestro deber, pero el partido es el partido.
-Y sí, es el clásico de clásicos.
-El clásico más clásico de todo el mundo.
-Y sí, es importante, pero convengamos que fue bastante pedorro, ¿no te parece?
-Y sí, pero mirá si pasaba algo justo cuando cambiábamos.
-No, claro, no podés cambiar... ¿pero vos sabés qué pasó? ¿viste algo por lo menos?
-No, che, ni las propagandas
-¡Qué yegua sos! ¿Y ahora qué carajo ponemos en el blog?
-¡Qué sé yo! ¿Chusmeaste en el foro?
-Sí, más o menos, dicen que Carmen le paró el carro al pajero de Javier y el muy nabo fue a llorarle a Mercedes, pero también le pusieron flit.
-¡Muy bien! ¡Javier, no eccccsisitís!! ¿Qué más?
-A verrrr... dicen que hubo una escena buenísima en paralelo con Mabelita consolando a Manual Santillana y Félix haciendo lo propio con el el Flauta.
-¡Qué liiindos que son esos dos, por qué no les darán más letra! Dale, ¿algo más?
-¡¡Parece que Máximo se peleó con Antonieta!!
-¡¡Impresionante!!
-Y también hablan de Tomasini, que parece que es el que anda atrás del quilombo con Funes...
-¿Quién mierda es Funes?
-El abogado, boluda, ¿te acordás?
-Ah, sí, Nahuelito...
-Sí ese, bueno, parece que Tomasini quiere que saquen a Funes del pantano pero en realidad lo sacan al buzo y justo lo ven Carmen y Máximo que no sé cómo se enteraron y están por ahí... qué sé yo, no entiendo muy bien qué mierda pasó, pero parece que se equivocaron de fiambre, pero Carmen escuchó que buscaban a Funes entonces se le prendieron las lamparitas... Bueno, algo así. Igual con esto no podemos hacer un post muy bueno que digamos...
-No te calentés, yegua, dejemos que alguna de nuestras colaboradoras habituales nos cuenten más detalles con la calidad que las caracteriza.
-Bueno, sí, mejor hagamos eso.
-¿Qué te pasó?
-No vi El Deseo
-Uh, yo tampoco.
-Y, claro, ver El Deseo es nuestro deber, pero el partido es el partido.
-Y sí, es el clásico de clásicos.
-El clásico más clásico de todo el mundo.
-Y sí, es importante, pero convengamos que fue bastante pedorro, ¿no te parece?
-Y sí, pero mirá si pasaba algo justo cuando cambiábamos.
-No, claro, no podés cambiar... ¿pero vos sabés qué pasó? ¿viste algo por lo menos?
-No, che, ni las propagandas
-¡Qué yegua sos! ¿Y ahora qué carajo ponemos en el blog?
-¡Qué sé yo! ¿Chusmeaste en el foro?
-Sí, más o menos, dicen que Carmen le paró el carro al pajero de Javier y el muy nabo fue a llorarle a Mercedes, pero también le pusieron flit.
-¡Muy bien! ¡Javier, no eccccsisitís!! ¿Qué más?
-A verrrr... dicen que hubo una escena buenísima en paralelo con Mabelita consolando a Manual Santillana y Félix haciendo lo propio con el el Flauta.
-¡Qué liiindos que son esos dos, por qué no les darán más letra! Dale, ¿algo más?
-¡¡Parece que Máximo se peleó con Antonieta!!
-¡¡Impresionante!!
-Y también hablan de Tomasini, que parece que es el que anda atrás del quilombo con Funes...
-¿Quién mierda es Funes?
-El abogado, boluda, ¿te acordás?
-Ah, sí, Nahuelito...
-Sí ese, bueno, parece que Tomasini quiere que saquen a Funes del pantano pero en realidad lo sacan al buzo y justo lo ven Carmen y Máximo que no sé cómo se enteraron y están por ahí... qué sé yo, no entiendo muy bien qué mierda pasó, pero parece que se equivocaron de fiambre, pero Carmen escuchó que buscaban a Funes entonces se le prendieron las lamparitas... Bueno, algo así. Igual con esto no podemos hacer un post muy bueno que digamos...
-No te calentés, yegua, dejemos que alguna de nuestras colaboradoras habituales nos cuenten más detalles con la calidad que las caracteriza.
-Bueno, sí, mejor hagamos eso.
10.6.04
NOTICIAS BREVES
LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
Se solicita con suma urgencia datos que ayuden a dar con el paradero de LA DIGNIDAD del Señor Javier Curuchet, que se supone perdida en lapso que va desde el choque que protagonizara en la terminal de Retiro con una gata platinada que no ha sido identificada ya que se dio a la fuga y el momento en el que Mercedes, como no podía ser de otra manera, lo pateara para volver con su marido ("quisiera estar más plena para vos (aunque no dejo de apostar a la primera docena)". Quien pueda acercar información de cualquier tipo y factor sobre el particular, deberá dirigirse al susodicho, quien actualmente ha terminado de perder su rumbo en el pueblo El Deseo (que no está en el mapa pero queda al toque, tómese cualquier colectivo que seguro lo deja cerca) y anda por ahí tirado en el pasto murmurando "me equivoqué, no te supe ver, eras vos"
ALERTA A LA CIUDADANÍA
Yeguas Inc. se siente en el deber de dar aviso a los televidentes sobre la existencia de una nueva modalidad del tristemente famoso "Cuento del Tío". Determinadas noche, a eso de las once y cuarto, un descerebrado pasa la placa con los créditos de cierre de El Deseo con el sólo fin de confundir a la legión de seguidores y hacerles creer que se terminó el capítulo cuando todavía falta un bloque más. Estén alertas y si se pierden de algo importante no vayan a decir que no les avisamos.
OTRO LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
Se solicitan dadores de alegría para Manual Santillana, a quien la dureza de la vida, las gomas de la cara de Dalmiro y la estampida de ratones galopantes que le cruza la cabeza tienen a mal traer y más caliente que pava al fuego. Excitarse en soledad pensando que tu mejor amiga está con cinco streapers es el último escalón de la decadencia.
EFEMÉRIDES
Conmemoramos hoy el día en que Máximo y Carmen dicen que hicieron por primera vez el amor. Las cientos de decenas de veces anteriores que garcharon en su vida, andá a saber qué carajo piensan ellos que hicieron.
SENTIDOS BUSCADOS
Sentido del oportunismo para Javier, que viene a romperle las pelotas a Carmen justo cuando está bárabaro con Máximo. Resignación para Flauta y Santillana, relegados a eternos segundones, que llegan justo para ver el beso reconciliatorio de Dalmiro y Mercedes (¿alguien realmente se creyó que la mina iba a largar el gallo de los huevos de oro por el pelagatos de Javier?). Sentido común para Gamboa, que se asusta de cualquier pelotudez. Sentido a secas para Antonieta, que lo único que hace además de pucheros es mirar dibujitos.
EL DIÁLOGO DEL DIA
Luis: "Cuando uno inventa palabras para armar una frase, o está a punto de vivir o está a punto de morir. ¿Vos en qué punto estás?"
Máximo: "Yo soy el punto".
PRONOSTICO PARA LO QUE RESTA DE LA SEMANA
Alta probabilidad de chaparrones en todos los frentes de pelea de Dalmiro, aunque lo que más preocupa es el avance de la masa polar proveniente del pantano. Marcado incremento de la humedad Máximo, quien, pese a todo, seguirá brillando para imponerse con intensidad creciente. Temperatura estable entre Félix y Mabelita. Se espera un aumento de la presión de Javier, pero ya se sabe que cuando se trata de Hectopascales, a casi nadie le importa un pito.
LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
Se solicita con suma urgencia datos que ayuden a dar con el paradero de LA DIGNIDAD del Señor Javier Curuchet, que se supone perdida en lapso que va desde el choque que protagonizara en la terminal de Retiro con una gata platinada que no ha sido identificada ya que se dio a la fuga y el momento en el que Mercedes, como no podía ser de otra manera, lo pateara para volver con su marido ("quisiera estar más plena para vos (aunque no dejo de apostar a la primera docena)". Quien pueda acercar información de cualquier tipo y factor sobre el particular, deberá dirigirse al susodicho, quien actualmente ha terminado de perder su rumbo en el pueblo El Deseo (que no está en el mapa pero queda al toque, tómese cualquier colectivo que seguro lo deja cerca) y anda por ahí tirado en el pasto murmurando "me equivoqué, no te supe ver, eras vos"
ALERTA A LA CIUDADANÍA
Yeguas Inc. se siente en el deber de dar aviso a los televidentes sobre la existencia de una nueva modalidad del tristemente famoso "Cuento del Tío". Determinadas noche, a eso de las once y cuarto, un descerebrado pasa la placa con los créditos de cierre de El Deseo con el sólo fin de confundir a la legión de seguidores y hacerles creer que se terminó el capítulo cuando todavía falta un bloque más. Estén alertas y si se pierden de algo importante no vayan a decir que no les avisamos.
OTRO LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
Se solicitan dadores de alegría para Manual Santillana, a quien la dureza de la vida, las gomas de la cara de Dalmiro y la estampida de ratones galopantes que le cruza la cabeza tienen a mal traer y más caliente que pava al fuego. Excitarse en soledad pensando que tu mejor amiga está con cinco streapers es el último escalón de la decadencia.
EFEMÉRIDES
Conmemoramos hoy el día en que Máximo y Carmen dicen que hicieron por primera vez el amor. Las cientos de decenas de veces anteriores que garcharon en su vida, andá a saber qué carajo piensan ellos que hicieron.
SENTIDOS BUSCADOS
Sentido del oportunismo para Javier, que viene a romperle las pelotas a Carmen justo cuando está bárabaro con Máximo. Resignación para Flauta y Santillana, relegados a eternos segundones, que llegan justo para ver el beso reconciliatorio de Dalmiro y Mercedes (¿alguien realmente se creyó que la mina iba a largar el gallo de los huevos de oro por el pelagatos de Javier?). Sentido común para Gamboa, que se asusta de cualquier pelotudez. Sentido a secas para Antonieta, que lo único que hace además de pucheros es mirar dibujitos.
EL DIÁLOGO DEL DIA
Luis: "Cuando uno inventa palabras para armar una frase, o está a punto de vivir o está a punto de morir. ¿Vos en qué punto estás?"
Máximo: "Yo soy el punto".
PRONOSTICO PARA LO QUE RESTA DE LA SEMANA
Alta probabilidad de chaparrones en todos los frentes de pelea de Dalmiro, aunque lo que más preocupa es el avance de la masa polar proveniente del pantano. Marcado incremento de la humedad Máximo, quien, pese a todo, seguirá brillando para imponerse con intensidad creciente. Temperatura estable entre Félix y Mabelita. Se espera un aumento de la presión de Javier, pero ya se sabe que cuando se trata de Hectopascales, a casi nadie le importa un pito.
9.6.04
LA CARPA DEL AMOR
Mercedes busca alguien que la contenga y encontró a Javier, que le dice mujer porque desespera por volver a sentir que puede confiar en una mujer. Linda pareja de nabos que promete melaza para rato.
Faustina, en cambio, quiere fiesta, despegar del embole del pueblo, sacudirse la frustración por no poder emigrar a Buenos Aires, olvidarse por un rato que la familia que dios le dio es un cotolengo lleno de nabos, entonces se junta con los Hermanitos Macana, y como se da cuenta de que entre los dos no hacen uno como la gente, les propone un directo e indudable Código Patodonald pero viceversa (sería algo así como un Código Patadaisy): juntarse los tres y festejar un poco. Así, nos deleitamos con Costumbrito diciéndole a su hermano "vos cerrás mi círculo, hermanito, me completás". Los tres se buscan, se encuentran, se ríen y se insinúan y prometen ponerle un poco de cotillón a la aburrida vida en El Deseo.
Manual Santillana también quiere alguien que la complete pero por ahora sólo encuentra consuelo en el grabador y en su mamita que la proteje desde el cielo.
Es mentira que Carmen quiere alguien que la proteja. Lo que le pasa a Carmen es que está caliente, porque no nos van a decir que se revuelca oliendo sábanas y almohadas y justo cuando viene a encontrar la herradura se da cuenta de que Máximo es lo que necesita. No, no. Lo que necesita es alguien que no tenga tantas vueltas como el pajero de Javier o el dorata de Simón. Y Máximo, que también está caliente, le viene como anillo al dedo. O viceversa.
Lamentamos desilusionar a todos aquellos que vengan hasta aquí para leer nuestras ingeniosas consideraciones acerca del cierre del capítulo de anoche, con Máximo que aparentemente por fin le va a cumplir a Carmen su cantado deseo "Light my fire".
Pues no, hasta que no comprobemos que no se trata de un sueño, una famtasía, una estampida de ratones imaginarios o una declaración de intenciones; hasta que no lo veamos terminar como dios manda, sin que ninguno de los dos se arrepienta y/o arrugue, sin que llegue Javier (en su triste papel de interruptor de todo lo que empieza a ponerse lindo), o Antonieta, o Flauta, o Simón, o Mercedes, o Cacho Castaña y Mónica Gonzaga; hasta que ese conato de polvo en la carpa y sin sacarse los pantalones no se concrete en algo digno y se desaten las llamas de una buena vez, no vamos a adelantar nada más.
Mercedes busca alguien que la contenga y encontró a Javier, que le dice mujer porque desespera por volver a sentir que puede confiar en una mujer. Linda pareja de nabos que promete melaza para rato.
Faustina, en cambio, quiere fiesta, despegar del embole del pueblo, sacudirse la frustración por no poder emigrar a Buenos Aires, olvidarse por un rato que la familia que dios le dio es un cotolengo lleno de nabos, entonces se junta con los Hermanitos Macana, y como se da cuenta de que entre los dos no hacen uno como la gente, les propone un directo e indudable Código Patodonald pero viceversa (sería algo así como un Código Patadaisy): juntarse los tres y festejar un poco. Así, nos deleitamos con Costumbrito diciéndole a su hermano "vos cerrás mi círculo, hermanito, me completás". Los tres se buscan, se encuentran, se ríen y se insinúan y prometen ponerle un poco de cotillón a la aburrida vida en El Deseo.
Manual Santillana también quiere alguien que la complete pero por ahora sólo encuentra consuelo en el grabador y en su mamita que la proteje desde el cielo.
Es mentira que Carmen quiere alguien que la proteja. Lo que le pasa a Carmen es que está caliente, porque no nos van a decir que se revuelca oliendo sábanas y almohadas y justo cuando viene a encontrar la herradura se da cuenta de que Máximo es lo que necesita. No, no. Lo que necesita es alguien que no tenga tantas vueltas como el pajero de Javier o el dorata de Simón. Y Máximo, que también está caliente, le viene como anillo al dedo. O viceversa.
Lamentamos desilusionar a todos aquellos que vengan hasta aquí para leer nuestras ingeniosas consideraciones acerca del cierre del capítulo de anoche, con Máximo que aparentemente por fin le va a cumplir a Carmen su cantado deseo "Light my fire".
Pues no, hasta que no comprobemos que no se trata de un sueño, una famtasía, una estampida de ratones imaginarios o una declaración de intenciones; hasta que no lo veamos terminar como dios manda, sin que ninguno de los dos se arrepienta y/o arrugue, sin que llegue Javier (en su triste papel de interruptor de todo lo que empieza a ponerse lindo), o Antonieta, o Flauta, o Simón, o Mercedes, o Cacho Castaña y Mónica Gonzaga; hasta que ese conato de polvo en la carpa y sin sacarse los pantalones no se concrete en algo digno y se desaten las llamas de una buena vez, no vamos a adelantar nada más.
8.6.04
HACEME GIRAR
Como Carmen, queremos un giro, ansiamos un cambio, deseamos volar, y sin embargo nos encontramos, cada vez, dando vueltas alrededor de lo mismo: la manera que encuentran los autores de salir del pantano (paradoja y media) es autocopiarse, emulando a Resistiré. Sí, Cacerola, ponete furiosa, otra vez vamos a hablar de Resistiré.
Cambiar mafia de la sangre por mafia de la soda, mafioso cool Doval por mafioso chacarero de goma Dalmiro, muerto en el freezer por muerto en el ropero, una Rosario Internacional por una Faustina más de cabotaje pero igual de prometedora y, sobre todo, que Máximo empiece a modular en la frecuencia Leonarda-Andrés: "Periodista itinerante asalariado", son indicadores de lo más llamativos.
Lo del cana ya trasciende todo límite. El muertito envuelto para regalo y escondido debajo del oso de peluche es la versión berreta de Paquito Bombón Helado. Digamos, ¿no era muchísimo más fácil tirarlo al pantano, a la ruta, a la mierda que guardarlo en casa, donde para colmo tenés al pichón de vislumbrador de áspides, que escucha voces y ve cosas y es horrible? y encima, como para empezar, ya le mandó un "hay alguien más acá". Y eso que todavía está fresco, porque cuando el olor se torne insoportable quién lo para a la reencarnación de Carito Babe.
Tampoco es novedad que Javier sigue en su patinada infrenable hacia el desastre. "Me pasan cosas con vos", le dice a Mercedes (que también cambió el look, ya no anda pintada como una puerta, ¿vieron?), haciendo más que merecedor de las piñas que después le encaja Máximo. Tan nabo está que en cualquier momento lo desbanca a Simón, y eso que el pibe se esmera y le pone cara de ternero enamorado a Faustina. Es una lucha sin cuartel la de estos chicos por ganar un lugar entre las hortalizas, ser alguien tan famosamente nabo como Manual Santillana y poder hablarle a un cassette y pedirle ayuda a Mamita.
En el ED todo gira, vuelve y se repite. Por eso nosotras nos agarramos de tres promesas y nos preparamos para lo que viene:
1) El circo crece y Bruno se sube al trapecio también.
2) Carmen gusta y Máximo brilla. Los dos están a punto de prenderse fuego. Al menos eso prometen los avances. Desde este humilde púlpito nos adherimos a cualquier campaña que los instale como pareja protagónica excluyente. Se lo merecen.
3) Mabelita enfrenta al pantanoso, a sus miedos y sus zonas oscuras y Félix le regala un muñequito de alambre para que se meta en sus fantasías y la proteja. Y aprovecha para hacerle, con un solo dedo, cariñitos en la mano. Félix y Mabelita son una novela aparte. A tal punto, que la escena en la que ella se confiesa con Javier es la única que rescata al ex-ingeniero pajero del pozo de melaza en el que se hunde sin remedio.
Haceme girar, falta que le pida él también, y empieza el verdadero juego.
Como Carmen, queremos un giro, ansiamos un cambio, deseamos volar, y sin embargo nos encontramos, cada vez, dando vueltas alrededor de lo mismo: la manera que encuentran los autores de salir del pantano (paradoja y media) es autocopiarse, emulando a Resistiré. Sí, Cacerola, ponete furiosa, otra vez vamos a hablar de Resistiré.
Cambiar mafia de la sangre por mafia de la soda, mafioso cool Doval por mafioso chacarero de goma Dalmiro, muerto en el freezer por muerto en el ropero, una Rosario Internacional por una Faustina más de cabotaje pero igual de prometedora y, sobre todo, que Máximo empiece a modular en la frecuencia Leonarda-Andrés: "Periodista itinerante asalariado", son indicadores de lo más llamativos.
Lo del cana ya trasciende todo límite. El muertito envuelto para regalo y escondido debajo del oso de peluche es la versión berreta de Paquito Bombón Helado. Digamos, ¿no era muchísimo más fácil tirarlo al pantano, a la ruta, a la mierda que guardarlo en casa, donde para colmo tenés al pichón de vislumbrador de áspides, que escucha voces y ve cosas y es horrible? y encima, como para empezar, ya le mandó un "hay alguien más acá". Y eso que todavía está fresco, porque cuando el olor se torne insoportable quién lo para a la reencarnación de Carito Babe.
Tampoco es novedad que Javier sigue en su patinada infrenable hacia el desastre. "Me pasan cosas con vos", le dice a Mercedes (que también cambió el look, ya no anda pintada como una puerta, ¿vieron?), haciendo más que merecedor de las piñas que después le encaja Máximo. Tan nabo está que en cualquier momento lo desbanca a Simón, y eso que el pibe se esmera y le pone cara de ternero enamorado a Faustina. Es una lucha sin cuartel la de estos chicos por ganar un lugar entre las hortalizas, ser alguien tan famosamente nabo como Manual Santillana y poder hablarle a un cassette y pedirle ayuda a Mamita.
En el ED todo gira, vuelve y se repite. Por eso nosotras nos agarramos de tres promesas y nos preparamos para lo que viene:
1) El circo crece y Bruno se sube al trapecio también.
2) Carmen gusta y Máximo brilla. Los dos están a punto de prenderse fuego. Al menos eso prometen los avances. Desde este humilde púlpito nos adherimos a cualquier campaña que los instale como pareja protagónica excluyente. Se lo merecen.
3) Mabelita enfrenta al pantanoso, a sus miedos y sus zonas oscuras y Félix le regala un muñequito de alambre para que se meta en sus fantasías y la proteja. Y aprovecha para hacerle, con un solo dedo, cariñitos en la mano. Félix y Mabelita son una novela aparte. A tal punto, que la escena en la que ella se confiesa con Javier es la única que rescata al ex-ingeniero pajero del pozo de melaza en el que se hunde sin remedio.
Haceme girar, falta que le pida él también, y empieza el verdadero juego.
4.6.04
LA CUERDA FLOJA
Tan equilibristas como su heroína, varias de situaciones que a diario nos plantea El Deseo parecen transitar, en delicado equilibrio, por la peligrosa línea que separa la innovación creativa del abismo de la ridículez.
La flamante "mafia del agua", por ejemplo. Una organización misteriosa (porque en ED todo, absolutamente TODO tiene que ser uuuhh) liderada por la versión masculina, criolla y sobrealimentada de Elle Driver, el glorioso personaje de Kill Bill: un moderno con cara de chef y parche en el ojo, cuya misión en este mundo es contrabandear AGUA.
No se sostiene.
A menos, claro, que el agua de ED sea extraterrestre-curativa-peligrosa-milagrosa (misteriosa ya es) y eso explique por qué sus habitantes son tan renuentes a usarla para un buen baño. Es nuestro deber prestar atención a los efectos secundarios de la ducha en ED. No nos digan que no es una hipótesis buena: el agua de alguna manera transtorna al que la consume (por eso Mercedes grita ¡me hundí! ¡Me hundí!) y el del parche es Cerebro disfrazado (Dalmiro sería Pinky) y en realidad lo que quiere es traficar con el agua para dominar el mundo.
Sí, ya sabemos, no se sostiene.
Aparte: muchachos, sabemos que ustedes quieren despegar de Resistiré (aunque poco a poco vayan resignando la postura y ya hayan reencarnado a Rosario en Faustina), pero mafioso-mafioso era Doval, este Dalmirito sacado y pelando pistola parece más el operario más bajo de la fuerza de choque de un mafioso...
Otro ejemplo de precario equilibrio es el romance Mercedes-Javier, la nena-vieja y el pajero-neurótico. Ella quiere contención y él le hace escenitas de celos. Después se reconcilian y él le manda un "yo quiero ser tu salida para todo, señora". El tipo primero estaba que se quemaba por Carmen, pero no se quiso arriesgar y ahora, a pesar de que cada dos por tres tiene que bancarse que medio mundo se apriete a la porteña, terminó de consolador de una mujer casada y despechada, qué triste, pibe, qué insostenible. Para colmo de males, se dice que van a ponerle a Romano de competencia, pobre Javier, no gana para disgustos.
A propósito, la estadía en el ED de Carmen, a quien quisieron vender como una yegua pero la disfrazaron de gato, terminó de revelarnos que en realidad era una libre. O mejor dicho, una ratoncita indefensa, que ya dejó atrás su look de porteña patasucia y ahora es una pueblerina patasucia que lloriquea e histeriquea en dosis de peligro. Ese "Máximo. Yo no estoy enamorada de vos" susurrado con voz de Grecia Colmenares en los peores momentos de Topacio fue absolutamente impresentable e insostenible.
Otra impresentable es Manual Santillana, ¡qué personaje ingrato! Enamorada del marido de su amiga, tiene que limitarse a fantasearlo mientras él duerme, y lo mejor que se le ocurre es morderle la cara de goma, dejándonos de paso una duda: su pecado capital ¿es la lujuria o la gula?
Para qué vamos a hablar de Flauta, que con los ojos maquiillados y a las puteadas, se puso a llorar y patear tachos; o de Hilario, en su tristísimo papel de cana que se hace el duro pero anda colgado de las bolas del nabo de Dalmiro. O de Simón, cada vez más pelotudo. O de Antonieta, que ahora sufre y amenaza. Insostenibles todos. El único que más o menos la domina es Máximo, que en la medida que lo dejen hacer lo que sabe, va a crecer y capaz que hasta pone orden.
Pero hay más esperanzas. Pequeñas luces que brillan desde el fondo del elenco, injustamente relegado a rellenar los pocos huecos que les dejan los insostenibles.
Mabelita y Félix, y su charla entre romántica y filosófica ("Eso es lo único seguro. La duda").
Mabelita y sus ilusiones rotas. su pena, su vida vacía desde que descubrió que el hombre lobo es en realidad un jeropa de carne y hueso.
Mabelita sola, queriendo estar en busca de algo, su homenaje a Contra viento y marea, hablándole a la luna, su amiga brillante y silenciosa.
Mabelita y su terror cuando descubre al buzo nahuelito.
Y Faustina, claro. Faustina que virtualmente sopapea al impotente de Pedro, a quien no se le paró de tanto que la quiere. ¿No tenés una metáfora más elevada, nene?, le pregunta ella con impaciencia. Vos sos mi mejor metáfora, le contesta él. Y ella lo abraza, pero lo guiña al bobo de Simón. Grande Faustina, pobre Faustina, queriendo desarrollar su yegualidad entre tanto nabo.
Faustina es una de nuestras grandes esperanzas. Felix y Mabelita también. Pero la mayor de todas es que, en El Deseo, nunca pero nunca va a aparecer Nancy Dupláa diciendo "Lo amo padre, muuuuchiiio lo amo".
Tan equilibristas como su heroína, varias de situaciones que a diario nos plantea El Deseo parecen transitar, en delicado equilibrio, por la peligrosa línea que separa la innovación creativa del abismo de la ridículez.
La flamante "mafia del agua", por ejemplo. Una organización misteriosa (porque en ED todo, absolutamente TODO tiene que ser uuuhh) liderada por la versión masculina, criolla y sobrealimentada de Elle Driver, el glorioso personaje de Kill Bill: un moderno con cara de chef y parche en el ojo, cuya misión en este mundo es contrabandear AGUA.
No se sostiene.
A menos, claro, que el agua de ED sea extraterrestre-curativa-peligrosa-milagrosa (misteriosa ya es) y eso explique por qué sus habitantes son tan renuentes a usarla para un buen baño. Es nuestro deber prestar atención a los efectos secundarios de la ducha en ED. No nos digan que no es una hipótesis buena: el agua de alguna manera transtorna al que la consume (por eso Mercedes grita ¡me hundí! ¡Me hundí!) y el del parche es Cerebro disfrazado (Dalmiro sería Pinky) y en realidad lo que quiere es traficar con el agua para dominar el mundo.
Sí, ya sabemos, no se sostiene.
Aparte: muchachos, sabemos que ustedes quieren despegar de Resistiré (aunque poco a poco vayan resignando la postura y ya hayan reencarnado a Rosario en Faustina), pero mafioso-mafioso era Doval, este Dalmirito sacado y pelando pistola parece más el operario más bajo de la fuerza de choque de un mafioso...
Otro ejemplo de precario equilibrio es el romance Mercedes-Javier, la nena-vieja y el pajero-neurótico. Ella quiere contención y él le hace escenitas de celos. Después se reconcilian y él le manda un "yo quiero ser tu salida para todo, señora". El tipo primero estaba que se quemaba por Carmen, pero no se quiso arriesgar y ahora, a pesar de que cada dos por tres tiene que bancarse que medio mundo se apriete a la porteña, terminó de consolador de una mujer casada y despechada, qué triste, pibe, qué insostenible. Para colmo de males, se dice que van a ponerle a Romano de competencia, pobre Javier, no gana para disgustos.
A propósito, la estadía en el ED de Carmen, a quien quisieron vender como una yegua pero la disfrazaron de gato, terminó de revelarnos que en realidad era una libre. O mejor dicho, una ratoncita indefensa, que ya dejó atrás su look de porteña patasucia y ahora es una pueblerina patasucia que lloriquea e histeriquea en dosis de peligro. Ese "Máximo. Yo no estoy enamorada de vos" susurrado con voz de Grecia Colmenares en los peores momentos de Topacio fue absolutamente impresentable e insostenible.
Otra impresentable es Manual Santillana, ¡qué personaje ingrato! Enamorada del marido de su amiga, tiene que limitarse a fantasearlo mientras él duerme, y lo mejor que se le ocurre es morderle la cara de goma, dejándonos de paso una duda: su pecado capital ¿es la lujuria o la gula?
Para qué vamos a hablar de Flauta, que con los ojos maquiillados y a las puteadas, se puso a llorar y patear tachos; o de Hilario, en su tristísimo papel de cana que se hace el duro pero anda colgado de las bolas del nabo de Dalmiro. O de Simón, cada vez más pelotudo. O de Antonieta, que ahora sufre y amenaza. Insostenibles todos. El único que más o menos la domina es Máximo, que en la medida que lo dejen hacer lo que sabe, va a crecer y capaz que hasta pone orden.
Pero hay más esperanzas. Pequeñas luces que brillan desde el fondo del elenco, injustamente relegado a rellenar los pocos huecos que les dejan los insostenibles.
Mabelita y Félix, y su charla entre romántica y filosófica ("Eso es lo único seguro. La duda").
Mabelita y sus ilusiones rotas. su pena, su vida vacía desde que descubrió que el hombre lobo es en realidad un jeropa de carne y hueso.
Mabelita sola, queriendo estar en busca de algo, su homenaje a Contra viento y marea, hablándole a la luna, su amiga brillante y silenciosa.
Mabelita y su terror cuando descubre al buzo nahuelito.
Y Faustina, claro. Faustina que virtualmente sopapea al impotente de Pedro, a quien no se le paró de tanto que la quiere. ¿No tenés una metáfora más elevada, nene?, le pregunta ella con impaciencia. Vos sos mi mejor metáfora, le contesta él. Y ella lo abraza, pero lo guiña al bobo de Simón. Grande Faustina, pobre Faustina, queriendo desarrollar su yegualidad entre tanto nabo.
Faustina es una de nuestras grandes esperanzas. Felix y Mabelita también. Pero la mayor de todas es que, en El Deseo, nunca pero nunca va a aparecer Nancy Dupláa diciendo "Lo amo padre, muuuuchiiio lo amo".
3.6.04
Razones de fuerza mayor (Brasil) y menor (Argentina), nos impidieron ver el capítulo de El deseo de ayer.
Hacemos un llamado a la bondad y solidaridad de nuestras queridas yeguas (Bea, Sofi, Cecil, Mariana, Pam, Cacerolo, etc) para que nos cuenten si nos hemos perdido de algo de vital trascendencia.
Hacemos un llamado a la bondad y solidaridad de nuestras queridas yeguas (Bea, Sofi, Cecil, Mariana, Pam, Cacerolo, etc) para que nos cuenten si nos hemos perdido de algo de vital trascendencia.
2.6.04
Y dale alegría, alegría a mi corazón
Ninguna alegría como era de esperar. Mucha acercadita, mucha carita de gatita en celo, mucha olida de camisita, mucho ay, me lastimé la patita, mucho ¿qué hacemos?
Y nada. No hacemos nada y finalmente Máximo se queda sin tocar el bongó y Carmencita permanece virgen, impoluta y más histérica que nunca.
Y hablando de histerias, es digna de destacar la actuación de Faustina que demostró ser una yegua de pura cepa: aquí la histeriqueada es adrede y alevosísima, lindando con lo sádico y con un fin sesudamente elucubrado.
La de Carmen es del tipo patológica. "Nadie me quiere" "Estoy solita" "Necesito mimitos", sumados a evidentes señales de "Estoy caliente"; pero a los bifes jamás. ("Cuando Carmen va, vuelve", profunda reflexión de Javier que desnuda la naturaleza de la pobre criaturita abandonada)
Es que la pobrecita sufrió mucho. No hay más que ver a los aparatos que le tocaron por padres. Los prestados y los posta. Con los cuatro no hacemos uno que valga la pena.
En cuanto a la detestable madre alemana, un detalle curioso: "Tenía miedo de que fueses robada o algo así".
Una verdadera pena no haber explotado el "algo así" sin eufemismos. Así como se intenta, en forma atinada, en algunas oportunidades llamar a las cosas por su nombre, mal no hubiera estado mencionar la apropiación de menores, los niños robados en la dictadura. En este caso, la sutileza pudo más. Mucha transgresión. Podemos decir mierda, carajo, hijo de puta, coger, y mil etcs. Pero de hacer un poquito de memoria de tiempos oscuros, ni hablar.
Ninguna alegría. En El deseo todo es sufrimiento. Los Bernal (padre que "perdió el Norte", madre que encontró la veleta más codiciada del pueblo e hija sub-normal que perdió totalmente la chaveta y para demostrarlo explícitamente se pinta la cara como un travesti de la zona roja); a pesar de ser los únicos que cogen, sufren mucho.
Ninguna alegría. A Mabelita y Félix los siguen ninguneando injustamente y son demasiadas las escenas que representa la insufrible Manual Santillana en su rol de chusma, obsecuente, metida y sufriente enamorada.
Afortunadamente tuvimos la gran idea de hacer zappng y encontrarnos con una perlita de Coraje, el padre valiente:
El padre Juan está en el confesionario esperando a la telefonista del pueblo que tiene muchos pecados para confesar, pero la puerta se abre y Clara Guerrico se le mete y se le tira encima. En ese momento, la telefonista golpea la ventanita y pregunta: "¿Padre, está ahí?". Coraje, tratando de desembarazarse de las apretadas de Clara, le contesta que sí y le pregunta por los pecados. La telefonista le cuenta que está muy alterada porque la renga hermana de Clara ganó el concurso del jabón y que no se lo merece, que ella es más linda y además la otra no puede ni desfilar ni hacer nada; que tiene ganas de matarla o algo peor. La cara de Clara se transforma hasta que no puede reprimir una caracajada. La telefonista le pregunta al padre si se está riendo y éste le contesta que no, que tiene un poco de tos y tose para demostrarlo. Mientras Clara, repuesta, sigue metiéndole mano por acá y por allá, la telefonista le pregunta al padre cual es la penitencia, pero él no puede contestarle porque tiene la boca ocupada con la boca de Clarita, hasta que logra decirle que con dos padrenuestros y un ave maría está bien. La telefonista le dice: "Ah, bueno, macanudo" y se va recontenta. La pareja sigue en lo suyo in crescendo, hasta que una sombra aparece en la ventanita. Los dos miran impávidos, una voz dice: "Padre, soy Ana (la renga reina del jabón)" y ahi termina.
Esto sí que fue una alegría.
Las yeguas estamos pensando muy seriamente, si es que vale la pena perdernos la continuación de esta escena memorable. Así que, por las dudas, les pedimos que pongan atención al capítulo de hoy de El deseo y mañana nos cuentan.
Ninguna alegría como era de esperar. Mucha acercadita, mucha carita de gatita en celo, mucha olida de camisita, mucho ay, me lastimé la patita, mucho ¿qué hacemos?
Y nada. No hacemos nada y finalmente Máximo se queda sin tocar el bongó y Carmencita permanece virgen, impoluta y más histérica que nunca.
Y hablando de histerias, es digna de destacar la actuación de Faustina que demostró ser una yegua de pura cepa: aquí la histeriqueada es adrede y alevosísima, lindando con lo sádico y con un fin sesudamente elucubrado.
La de Carmen es del tipo patológica. "Nadie me quiere" "Estoy solita" "Necesito mimitos", sumados a evidentes señales de "Estoy caliente"; pero a los bifes jamás. ("Cuando Carmen va, vuelve", profunda reflexión de Javier que desnuda la naturaleza de la pobre criaturita abandonada)
Es que la pobrecita sufrió mucho. No hay más que ver a los aparatos que le tocaron por padres. Los prestados y los posta. Con los cuatro no hacemos uno que valga la pena.
En cuanto a la detestable madre alemana, un detalle curioso: "Tenía miedo de que fueses robada o algo así".
Una verdadera pena no haber explotado el "algo así" sin eufemismos. Así como se intenta, en forma atinada, en algunas oportunidades llamar a las cosas por su nombre, mal no hubiera estado mencionar la apropiación de menores, los niños robados en la dictadura. En este caso, la sutileza pudo más. Mucha transgresión. Podemos decir mierda, carajo, hijo de puta, coger, y mil etcs. Pero de hacer un poquito de memoria de tiempos oscuros, ni hablar.
Ninguna alegría. En El deseo todo es sufrimiento. Los Bernal (padre que "perdió el Norte", madre que encontró la veleta más codiciada del pueblo e hija sub-normal que perdió totalmente la chaveta y para demostrarlo explícitamente se pinta la cara como un travesti de la zona roja); a pesar de ser los únicos que cogen, sufren mucho.
Ninguna alegría. A Mabelita y Félix los siguen ninguneando injustamente y son demasiadas las escenas que representa la insufrible Manual Santillana en su rol de chusma, obsecuente, metida y sufriente enamorada.
Afortunadamente tuvimos la gran idea de hacer zappng y encontrarnos con una perlita de Coraje, el padre valiente:
El padre Juan está en el confesionario esperando a la telefonista del pueblo que tiene muchos pecados para confesar, pero la puerta se abre y Clara Guerrico se le mete y se le tira encima. En ese momento, la telefonista golpea la ventanita y pregunta: "¿Padre, está ahí?". Coraje, tratando de desembarazarse de las apretadas de Clara, le contesta que sí y le pregunta por los pecados. La telefonista le cuenta que está muy alterada porque la renga hermana de Clara ganó el concurso del jabón y que no se lo merece, que ella es más linda y además la otra no puede ni desfilar ni hacer nada; que tiene ganas de matarla o algo peor. La cara de Clara se transforma hasta que no puede reprimir una caracajada. La telefonista le pregunta al padre si se está riendo y éste le contesta que no, que tiene un poco de tos y tose para demostrarlo. Mientras Clara, repuesta, sigue metiéndole mano por acá y por allá, la telefonista le pregunta al padre cual es la penitencia, pero él no puede contestarle porque tiene la boca ocupada con la boca de Clarita, hasta que logra decirle que con dos padrenuestros y un ave maría está bien. La telefonista le dice: "Ah, bueno, macanudo" y se va recontenta. La pareja sigue en lo suyo in crescendo, hasta que una sombra aparece en la ventanita. Los dos miran impávidos, una voz dice: "Padre, soy Ana (la renga reina del jabón)" y ahi termina.
Esto sí que fue una alegría.
Las yeguas estamos pensando muy seriamente, si es que vale la pena perdernos la continuación de esta escena memorable. Así que, por las dudas, les pedimos que pongan atención al capítulo de hoy de El deseo y mañana nos cuentan.
1.6.04
Afiebrados
Ni en la más transnochada historia de Armando Bo, se había podido reunir tanta fiebre como la del capítulo de anoche de El Deseo.
- Tomalo como el impulso de alguien que se afiebró -le dijo Máximo a Naty-, y allí la temperatura corporal fue creciendo y diseminándose por ese pueblito que no figura en los mapas pero que goza de un microclima para-normal que produce efectos afrodisíacos de alta eficacia.
Afiebrada Antonia cuando sale de la Carpa del gordo Flauta apantallándose con las manitas en clara señal de hipertermia uterina (Mejoralito para ella)
Afiebrado Dalmiro intentando justificar lo injustificable: -A veces hay que meter la mano en la mierda y yo la meto, ¡carajo! (Estreptocarbocaftiazol para él)
Afiebrada la gorda de Manual Santillana cuando se entera que hay una tercera en discordia. (Propóleo en altas dosis para ella)
Afiebrado el ex-ingeniero cuando habla por telefóno con Carmencita a.k.a soy muy chiquita para sufrir tanto.
Y la fiebre de Javier merece un aparte porque le produce extraños movimientos espasmódicos, más conocidos como "agachadita" o " me caigo y me levanto", todos ellos acompañados con interpretaciones gestuales dignas de la peor sobreactuación de Richard Burton
¡No podés ser tan pero tan desparejo, Javier! (Lexotanil para él)
Afiebrada Mercedes. Cuando llora, cuando grita, cuando se ríe, cuando aparece en blanco y negro, cuando es en sepia o tecnicolor, cuando era pobre diabla, cuando arenga a la tropa gran hermana. Afiebrada siempre (Antrax para ella)
Afiebrados al extremo la parejita Máximo-Carmen (que cada día nos gusta más) en la sugestiva, impecable y prometedora escena final en el granero. (Champán para ellos)
Con el "Siento campanitas dentro de mi corazón", el musicalizador, que venía en franco retroceso, ganó un montón de puntos.
Esperamos que hoy las medicaciones hagan sus efectos benéficos y por fin, la maltratada audiencia del deseo, reciba una alegría.
Ni en la más transnochada historia de Armando Bo, se había podido reunir tanta fiebre como la del capítulo de anoche de El Deseo.
- Tomalo como el impulso de alguien que se afiebró -le dijo Máximo a Naty-, y allí la temperatura corporal fue creciendo y diseminándose por ese pueblito que no figura en los mapas pero que goza de un microclima para-normal que produce efectos afrodisíacos de alta eficacia.
Afiebrada Antonia cuando sale de la Carpa del gordo Flauta apantallándose con las manitas en clara señal de hipertermia uterina (Mejoralito para ella)
Afiebrado Dalmiro intentando justificar lo injustificable: -A veces hay que meter la mano en la mierda y yo la meto, ¡carajo! (Estreptocarbocaftiazol para él)
Afiebrada la gorda de Manual Santillana cuando se entera que hay una tercera en discordia. (Propóleo en altas dosis para ella)
Afiebrado el ex-ingeniero cuando habla por telefóno con Carmencita a.k.a soy muy chiquita para sufrir tanto.
Y la fiebre de Javier merece un aparte porque le produce extraños movimientos espasmódicos, más conocidos como "agachadita" o " me caigo y me levanto", todos ellos acompañados con interpretaciones gestuales dignas de la peor sobreactuación de Richard Burton
¡No podés ser tan pero tan desparejo, Javier! (Lexotanil para él)
Afiebrada Mercedes. Cuando llora, cuando grita, cuando se ríe, cuando aparece en blanco y negro, cuando es en sepia o tecnicolor, cuando era pobre diabla, cuando arenga a la tropa gran hermana. Afiebrada siempre (Antrax para ella)
Afiebrados al extremo la parejita Máximo-Carmen (que cada día nos gusta más) en la sugestiva, impecable y prometedora escena final en el granero. (Champán para ellos)
Con el "Siento campanitas dentro de mi corazón", el musicalizador, que venía en franco retroceso, ganó un montón de puntos.
Esperamos que hoy las medicaciones hagan sus efectos benéficos y por fin, la maltratada audiencia del deseo, reciba una alegría.
28.5.04
LOS NABOS DE EL DESEO
Ya dijimos varias veces que El Deseo está lleno de gente rara, piruchos, místicos y hasta fantasmas, según dicen. También dijimos que cada vez que llega un micro, llega más gente rara. Hoy, como buenas yeguas, nos vamos a dedicar a una parte: los nabos de El Deseo.
Primera e imprescindible mención, al Comandante en Jefe de Todos los Nabos de El Deseo, el señor Dalmiro "Cara de Goma" Bernal. El tipo es tan omnipotente que se va de trampa a coger con La Gata Tomasini (vestida como para que nadie sepa en qué anda...) en el polígono de tiro. ¿No tenía tres docenas de lugares más seguros o al menos más decentes y menos tambaleantes que ese? No podés, Dalmiro, ¡no podés! Si a Solita la Pistolera se le da por meterte un tiro en las bolas, lo tenés más que merecido.
Como si esto no alcanzara, los insultos de Dalmiro son increibles: porteña patasucia, piojo rotoso, porteña calienta-braguetas. Menos mal que de vez en cuando se le escapa un hijo de puta, porque si no lo mandábamos al cuarto a mirar dibujitos con su hija subnormal.
Siguen en importancia el Triunvirato de Nabos, reunidos ayer para hablar sobre lo mal que está Carmen:
- Simón viene a ser el Nabo Pelotazo, es incluso más bobete que Antonia. Mucho más. "Está triste y vos la dejaste sola" le dice a Javier, con cara de "le sacaste la muñeca malo-malo-cruel". Y después se pone a rezarle al gauchito, ¡diosanto!
- Javier es el Nabo Histérico y Cagón, que se caga de amor y no puede disimularlo (muy bien la cámara inquieta sobre el teléfono: la-llamo-no-la-llamo) pero no se anima, se caga hasta las patas, y entonces le hace el noviecito a Mercedes (que si algo le faltaba para ser una Naba Diplomada es decir "no me importa que mi marido tenga una amante ahora que estoy con vos"). Pero además, la va de intelectual: "se quería sacar la piel" es la explicación al papelón de Carmen... ¡pero qué perspicaz, querido! Lástima que no usás esa intuición para saber cuáles son los momentos adecuados para ir a buscarla, porque siempre quedás de garpe, che, y encima con cara de víctima... ¡Qué Nabo Pescado que sos!
- Máximo, es indiscutiblemente el que se lleva todas las palmas. Su pose de "todo me chupa un huevo" es estupenda. Un chanta que la tiene clarísima ("vos tenés buenas tetas pero la gente viene por Carmen) y va de frente y sin vueltas, que se hace cargo de cuánto lo tienta Carmen, le hace el novio a Antonia porque le conviene su pareja ideal y, a la larga, es el único que puede hacerle frente a Dalmiro y cagarlo. Máximo está levantando y eso le hace muy bien a El Deseo.
- En la zona Bohemia del Nabizal, tenemos a Flauta "yo-no-te-tengo-miedo", que ayer, tildando de conchudo a Bernal, hizo subir un poco sus acciones en el índice yegual. No sabemos muy bien por qué, pero el enfrentamiento promete. Aunque sólo sea risas y desopilancias.
- Hilario y Pedro comparten el rótulo, por varios motivos cada uno, de Nabo Arrastrado. Pero no vale la pena explayarse. Tampoco sobre Almeida.
- Y por último, Félix, a quien le vamos a perdonar el lloriqueo de ayer porque loqueremos mucho, y porque en la escena con Mabelita levantó el muerto. Una pareja que promete más que ninguna.
p.d. Ya que de nabos se trata dejemos de halagar al musicalizador, que ya está demasiado achanchado y previsible.
Ya dijimos varias veces que El Deseo está lleno de gente rara, piruchos, místicos y hasta fantasmas, según dicen. También dijimos que cada vez que llega un micro, llega más gente rara. Hoy, como buenas yeguas, nos vamos a dedicar a una parte: los nabos de El Deseo.
Primera e imprescindible mención, al Comandante en Jefe de Todos los Nabos de El Deseo, el señor Dalmiro "Cara de Goma" Bernal. El tipo es tan omnipotente que se va de trampa a coger con La Gata Tomasini (vestida como para que nadie sepa en qué anda...) en el polígono de tiro. ¿No tenía tres docenas de lugares más seguros o al menos más decentes y menos tambaleantes que ese? No podés, Dalmiro, ¡no podés! Si a Solita la Pistolera se le da por meterte un tiro en las bolas, lo tenés más que merecido.
Como si esto no alcanzara, los insultos de Dalmiro son increibles: porteña patasucia, piojo rotoso, porteña calienta-braguetas. Menos mal que de vez en cuando se le escapa un hijo de puta, porque si no lo mandábamos al cuarto a mirar dibujitos con su hija subnormal.
Siguen en importancia el Triunvirato de Nabos, reunidos ayer para hablar sobre lo mal que está Carmen:
- Simón viene a ser el Nabo Pelotazo, es incluso más bobete que Antonia. Mucho más. "Está triste y vos la dejaste sola" le dice a Javier, con cara de "le sacaste la muñeca malo-malo-cruel". Y después se pone a rezarle al gauchito, ¡diosanto!
- Javier es el Nabo Histérico y Cagón, que se caga de amor y no puede disimularlo (muy bien la cámara inquieta sobre el teléfono: la-llamo-no-la-llamo) pero no se anima, se caga hasta las patas, y entonces le hace el noviecito a Mercedes (que si algo le faltaba para ser una Naba Diplomada es decir "no me importa que mi marido tenga una amante ahora que estoy con vos"). Pero además, la va de intelectual: "se quería sacar la piel" es la explicación al papelón de Carmen... ¡pero qué perspicaz, querido! Lástima que no usás esa intuición para saber cuáles son los momentos adecuados para ir a buscarla, porque siempre quedás de garpe, che, y encima con cara de víctima... ¡Qué Nabo Pescado que sos!
- Máximo, es indiscutiblemente el que se lleva todas las palmas. Su pose de "todo me chupa un huevo" es estupenda. Un chanta que la tiene clarísima ("vos tenés buenas tetas pero la gente viene por Carmen) y va de frente y sin vueltas, que se hace cargo de cuánto lo tienta Carmen, le hace el novio a Antonia porque le conviene su pareja ideal y, a la larga, es el único que puede hacerle frente a Dalmiro y cagarlo. Máximo está levantando y eso le hace muy bien a El Deseo.
- En la zona Bohemia del Nabizal, tenemos a Flauta "yo-no-te-tengo-miedo", que ayer, tildando de conchudo a Bernal, hizo subir un poco sus acciones en el índice yegual. No sabemos muy bien por qué, pero el enfrentamiento promete. Aunque sólo sea risas y desopilancias.
- Hilario y Pedro comparten el rótulo, por varios motivos cada uno, de Nabo Arrastrado. Pero no vale la pena explayarse. Tampoco sobre Almeida.
- Y por último, Félix, a quien le vamos a perdonar el lloriqueo de ayer porque loqueremos mucho, y porque en la escena con Mabelita levantó el muerto. Una pareja que promete más que ninguna.
p.d. Ya que de nabos se trata dejemos de halagar al musicalizador, que ya está demasiado achanchado y previsible.
27.5.04
Fieles a nuestra naturaleza y estilo, este va a ser un post bien de yeguas. De yeguas indignadas por cómo las cosas que vienen más o menos bien se desbarrancan por un detalle descuidado.
Carmen, con todas sus idas y vueltas, sus tumbos y aciertos, y sin tener muy en cuenta su costado Grecia Colmenares, viene bastante bien. Remontando una historia de padres abandónicos "monstruos pero míos", que ahora se redobla con el tema de la adopción, una historia de nena desquerida, maltratada y abusada por su ahora padrastro (como se puede, que no es demasiado por el momento, nos va a encantar ver cómo van a hacerse cargo los autores de resolver este tema en la trama), eso aparentemente la hace comportarse por momentos como una gata, aunque cuando las cosas se ponen para el lado del "hacerse cargo" se transforma en una Gata Flora. Nunca nadie la quiere ni la respeta ni la mima y para colmo cae en El Deseo con su pinta de gata en celo y todos la miran pero nadie la aprecia, se consigue tres galanes pero no concreta con ninguno y cuando está a punto de decidirse a empezar algo con alguien, lo encuentra con otra entonces viene la madre y después el padre y todo, vida incluida, se le va al carajo. Y sí, después de todo esto es muy entendible que la mina deambule por ahí viendo puentes derretidos.
Y no sólo eso, sino que todavía le sobró tela para espetarle a Mercedes un desesperado "¿qué vida? ¿qué asumí?", después del patético discurso de "aprovechá para empezar se cero" al que sólo le faltó un "adelante mis valientes". A propósito, ¿alguien nos puede explicar para qué carajo era la hojita de árbol que Mercedes tenía en la mano?
Y más también, se encuentra con Javier (quien, convengamos, queda verdaderamente nabo haciéndole el novio a Mercedes) y le pone tremendamente los puntos con un "vos me ilusionaste, *hombre", *a mí*, como mujer. No te quiero como amigo".
Hasta ahí, todo diez puntos. El tono de enojada con la vida es el que mejor le queda al personaje. La desesperación de la mina se puede palpar, aún a pesar de que Nati se empeñe en decir "no pueo más" en vez de "no puedo más" o algo un poco menos educadito. Y sin embargo, hay por lo menos dos detalles en los que se va todo al carajo:
1. El cambio de ropa pongámosle que está bien. Pongámosle que también está bien que la mina, en pedo y en plena caida libre sin fondo a la vista, en vez de gritar, vomitar encima de Dalmiro, tirarse al pantano, clavarse un tenedor o lo que sea, opte por denudarse enfrente de todo el mundo (además, para una novela que quiere subir, mostrar carne es infalible, ya lo sabemos). Pongámosle que vale. Ahora bien, la mina se pone en bolas y no tiene ropa interior comunarda, un corpiño de todos los días, un culote cualquiera que obviamente no combina con nada, ni siquiera anda sin nada como era más que evidente durante todos sus paseos durante los dos meses de novela. No, claro, qué esperanza. NO, justo el día que se le va a dar por desesperarse y ponerse en bolas, la mina tenía puesto el conjuntito de lencería roja, claro, encjae, obvio. Seguro que fue por eso que decidió desnudarse en vez de matarse, claro. Carmen, ¡Andá a cagar!
2. En medio del desbarranque, con toda su carencia de afectos en explosión y ya muy empedada, la tipa se da el lujo de rechazar a Máximo (qué bien Máximo anoche, empezando a mostrarse en toda su complejidad, dando sus razones a tanto polluredismo con los Bernal, qué maestro) con un argumento más endeble que la forma en que Flauta pudo apagar el fuego de su auto (3 segundos de matafuegos y hasta el de atrás del coche se apagó, ¡un geniooo!). Carmen, ¡¡Andá a cagar!!
En fin, hay muchos más, pero no da escribirlos todos. De detalles bien cuidados se construyen las buenas historias, y ésta los tiene. ¿Por qué no cuidan todos? Por lo pronto, no queremos cerrar este post bien de yeguas sin formular un par de pedidos:
- No es posible que a un actor de caracter que brilló en todos sus trabajos (cacerolo dixit) le toque el papel de abandonado, padre de tantos subnormales, buchón y encima de todo Santillana le cuelgue la galleta. Pobre Hilario, que alguien le de una alegría, por favor. Y vos Santillana, aprovechá querida, agarrá al cana porque ese es tu tren, querida. No sigas viviendo en una nube de pedos, aprovechá, hacenos caso.
- Es inconcebible que a un actorazo y a un personajazo como Felix le den tan poco papel, de ninguna manera. El tipo aparece un instante, a veces ni se lo ve casi, y ya marca la diferencia, llora de impotencia durante 3 segundo y logra mucho más clima y credibilidad que cualquiera de los otros en medio capítulo, ¿qué más necesitan para darle más bola? ¿Que se calce la lencería roja debajo de la remera de motorhead y se ponga en pelotas?
Carmen, con todas sus idas y vueltas, sus tumbos y aciertos, y sin tener muy en cuenta su costado Grecia Colmenares, viene bastante bien. Remontando una historia de padres abandónicos "monstruos pero míos", que ahora se redobla con el tema de la adopción, una historia de nena desquerida, maltratada y abusada por su ahora padrastro (como se puede, que no es demasiado por el momento, nos va a encantar ver cómo van a hacerse cargo los autores de resolver este tema en la trama), eso aparentemente la hace comportarse por momentos como una gata, aunque cuando las cosas se ponen para el lado del "hacerse cargo" se transforma en una Gata Flora. Nunca nadie la quiere ni la respeta ni la mima y para colmo cae en El Deseo con su pinta de gata en celo y todos la miran pero nadie la aprecia, se consigue tres galanes pero no concreta con ninguno y cuando está a punto de decidirse a empezar algo con alguien, lo encuentra con otra entonces viene la madre y después el padre y todo, vida incluida, se le va al carajo. Y sí, después de todo esto es muy entendible que la mina deambule por ahí viendo puentes derretidos.
Y no sólo eso, sino que todavía le sobró tela para espetarle a Mercedes un desesperado "¿qué vida? ¿qué asumí?", después del patético discurso de "aprovechá para empezar se cero" al que sólo le faltó un "adelante mis valientes". A propósito, ¿alguien nos puede explicar para qué carajo era la hojita de árbol que Mercedes tenía en la mano?
Y más también, se encuentra con Javier (quien, convengamos, queda verdaderamente nabo haciéndole el novio a Mercedes) y le pone tremendamente los puntos con un "vos me ilusionaste, *hombre", *a mí*, como mujer. No te quiero como amigo".
Hasta ahí, todo diez puntos. El tono de enojada con la vida es el que mejor le queda al personaje. La desesperación de la mina se puede palpar, aún a pesar de que Nati se empeñe en decir "no pueo más" en vez de "no puedo más" o algo un poco menos educadito. Y sin embargo, hay por lo menos dos detalles en los que se va todo al carajo:
1. El cambio de ropa pongámosle que está bien. Pongámosle que también está bien que la mina, en pedo y en plena caida libre sin fondo a la vista, en vez de gritar, vomitar encima de Dalmiro, tirarse al pantano, clavarse un tenedor o lo que sea, opte por denudarse enfrente de todo el mundo (además, para una novela que quiere subir, mostrar carne es infalible, ya lo sabemos). Pongámosle que vale. Ahora bien, la mina se pone en bolas y no tiene ropa interior comunarda, un corpiño de todos los días, un culote cualquiera que obviamente no combina con nada, ni siquiera anda sin nada como era más que evidente durante todos sus paseos durante los dos meses de novela. No, claro, qué esperanza. NO, justo el día que se le va a dar por desesperarse y ponerse en bolas, la mina tenía puesto el conjuntito de lencería roja, claro, encjae, obvio. Seguro que fue por eso que decidió desnudarse en vez de matarse, claro. Carmen, ¡Andá a cagar!
2. En medio del desbarranque, con toda su carencia de afectos en explosión y ya muy empedada, la tipa se da el lujo de rechazar a Máximo (qué bien Máximo anoche, empezando a mostrarse en toda su complejidad, dando sus razones a tanto polluredismo con los Bernal, qué maestro) con un argumento más endeble que la forma en que Flauta pudo apagar el fuego de su auto (3 segundos de matafuegos y hasta el de atrás del coche se apagó, ¡un geniooo!). Carmen, ¡¡Andá a cagar!!
En fin, hay muchos más, pero no da escribirlos todos. De detalles bien cuidados se construyen las buenas historias, y ésta los tiene. ¿Por qué no cuidan todos? Por lo pronto, no queremos cerrar este post bien de yeguas sin formular un par de pedidos:
- No es posible que a un actor de caracter que brilló en todos sus trabajos (cacerolo dixit) le toque el papel de abandonado, padre de tantos subnormales, buchón y encima de todo Santillana le cuelgue la galleta. Pobre Hilario, que alguien le de una alegría, por favor. Y vos Santillana, aprovechá querida, agarrá al cana porque ese es tu tren, querida. No sigas viviendo en una nube de pedos, aprovechá, hacenos caso.
- Es inconcebible que a un actorazo y a un personajazo como Felix le den tan poco papel, de ninguna manera. El tipo aparece un instante, a veces ni se lo ve casi, y ya marca la diferencia, llora de impotencia durante 3 segundo y logra mucho más clima y credibilidad que cualquiera de los otros en medio capítulo, ¿qué más necesitan para darle más bola? ¿Que se calce la lencería roja debajo de la remera de motorhead y se ponga en pelotas?
26.5.04
No te caigas, Carmen, te lo pido por favor
Aprovechando que nuevamente el zapping hizo interferencia con nuestro deber de mirar El Deseo, inclinando la pantalla hacia los Penales Libertadores, el presente será un post alusivo, que saltará de tema en tema como manejado por un control remoto que todos los habitantes del hogar se disputan y, a las claras inconduscente de todo motivo.
Así que para empezar, nada mejor que lo primero. Si bien las proezas y contorsiones labiales de Antonia son moneda corriente y de dominio público, hay que reconocer, nobleza obliga, que las regalías del término "bobeta pucherezca" le perteneces a Sofi, a quien convocamos para que pase a cobrar las mismas por alguna de nuestras sedes, aclarando que el pago se realizará, como corresponde, en acciones de ED. Ya sabemos que las de Mercedes son una inversión de riesgo, pero tanto las de Máximo como las de Javier son recomendables, ya muestran un comportamiento estable de alza permanente. Sin embargo, si se pretende ir a lo seguro, es preferible comprar las de Mabelita o Félix que, se sabe, pagan muy bien en todas las condiciones.
Abrochada a este tema viene la aclaración necesaria: nuestra casi nula participaciónn no quita que sí, que leemos el foro de ED (siempre es bueno saber qué opina la gente), aunque todo lo que acá escribimos forma parte de nuestro criterio y nuestro yegual saber y entender. La verdad es que, teniendo la paciencia de limpiar la paja del trigo, en el foro se leen algunas cosas buenas y estamos de acuerdo con casi todas. Sin embargo, nos llama poderosamente la atención que haya tanta gente que prefiere la versión "Grecia Colmenares" de Carmen a la que parecía despuntar en el comienzo de la novela. Es una pena que desaprovechen lo novedoso que tenía ese personaje con 3 galanes. Es cierto que, con el correr de los capítulos, a Nati se la ve mejor y más cómoda en su personaje, pero la verdad es que cuando se pone a llorar, jadear y lamentarse, no nos vende ni una rifa de dos mangos.
En cambio, sí nos gustó la ducha de ayer de Javier. Muy bien esa dualidad, esa indefinición que lo tortura, ese no atreverse a la mina que le mueve la estantería ("si te toco me estrello, carajo") pero le complica la vida, y la otra, que será una veterana con la vida complicada pero al menos no pone tantos reparos a la hora de concretar y hacerse cargo de las cosas que tiene medio tapadas.
Hablando de tapados, un aspecto de la novela que promete bastante son el par de vecinas chismosas. Ya se habían mostrado con Simón y sus comentarios son detalles deliciosos: "la desgracia de las rubias es el desamor", sentenciaron anoche.
Otra cosa que promete ser desopilante, bien al estilo Tom y Jerry, es el "enfrentamiento" Dalmiro-Flauta, que decidió dejar de "revolver su sopita de resentimiento" para salir a la calle a enfrentar a "La Radio" con las "proyecciones" en su "Galpón de las Artes". Diosanto...
Y para terminar, un pedido, una queja y un aviso, en ese orden:
1) Por favor, que no aparezcan los fantasmas. Con en cana y su flia., Santillana, el abogado Nahuelito y la finada devenida en lluvia ya tenemos demasiado.
2) ¿Por qué se llevaron al alemán? ¿De qué nos vamos a reír ahora?
3) Planteado el tema del origen adoptado de Carmen, sin Funes para batir la justa, con Luisa que sólo puede gotear o sonreír desde la foto y confiando en que un tema tan serio como este no lo van a resolver con "presentimientos" o fenómenos paranormales, la clave está en el cuarto cerrado con llave.
Aprovechando que nuevamente el zapping hizo interferencia con nuestro deber de mirar El Deseo, inclinando la pantalla hacia los Penales Libertadores, el presente será un post alusivo, que saltará de tema en tema como manejado por un control remoto que todos los habitantes del hogar se disputan y, a las claras inconduscente de todo motivo.
Así que para empezar, nada mejor que lo primero. Si bien las proezas y contorsiones labiales de Antonia son moneda corriente y de dominio público, hay que reconocer, nobleza obliga, que las regalías del término "bobeta pucherezca" le perteneces a Sofi, a quien convocamos para que pase a cobrar las mismas por alguna de nuestras sedes, aclarando que el pago se realizará, como corresponde, en acciones de ED. Ya sabemos que las de Mercedes son una inversión de riesgo, pero tanto las de Máximo como las de Javier son recomendables, ya muestran un comportamiento estable de alza permanente. Sin embargo, si se pretende ir a lo seguro, es preferible comprar las de Mabelita o Félix que, se sabe, pagan muy bien en todas las condiciones.
Abrochada a este tema viene la aclaración necesaria: nuestra casi nula participaciónn no quita que sí, que leemos el foro de ED (siempre es bueno saber qué opina la gente), aunque todo lo que acá escribimos forma parte de nuestro criterio y nuestro yegual saber y entender. La verdad es que, teniendo la paciencia de limpiar la paja del trigo, en el foro se leen algunas cosas buenas y estamos de acuerdo con casi todas. Sin embargo, nos llama poderosamente la atención que haya tanta gente que prefiere la versión "Grecia Colmenares" de Carmen a la que parecía despuntar en el comienzo de la novela. Es una pena que desaprovechen lo novedoso que tenía ese personaje con 3 galanes. Es cierto que, con el correr de los capítulos, a Nati se la ve mejor y más cómoda en su personaje, pero la verdad es que cuando se pone a llorar, jadear y lamentarse, no nos vende ni una rifa de dos mangos.
En cambio, sí nos gustó la ducha de ayer de Javier. Muy bien esa dualidad, esa indefinición que lo tortura, ese no atreverse a la mina que le mueve la estantería ("si te toco me estrello, carajo") pero le complica la vida, y la otra, que será una veterana con la vida complicada pero al menos no pone tantos reparos a la hora de concretar y hacerse cargo de las cosas que tiene medio tapadas.
Hablando de tapados, un aspecto de la novela que promete bastante son el par de vecinas chismosas. Ya se habían mostrado con Simón y sus comentarios son detalles deliciosos: "la desgracia de las rubias es el desamor", sentenciaron anoche.
Otra cosa que promete ser desopilante, bien al estilo Tom y Jerry, es el "enfrentamiento" Dalmiro-Flauta, que decidió dejar de "revolver su sopita de resentimiento" para salir a la calle a enfrentar a "La Radio" con las "proyecciones" en su "Galpón de las Artes". Diosanto...
Y para terminar, un pedido, una queja y un aviso, en ese orden:
1) Por favor, que no aparezcan los fantasmas. Con en cana y su flia., Santillana, el abogado Nahuelito y la finada devenida en lluvia ya tenemos demasiado.
2) ¿Por qué se llevaron al alemán? ¿De qué nos vamos a reír ahora?
3) Planteado el tema del origen adoptado de Carmen, sin Funes para batir la justa, con Luisa que sólo puede gotear o sonreír desde la foto y confiando en que un tema tan serio como este no lo van a resolver con "presentimientos" o fenómenos paranormales, la clave está en el cuarto cerrado con llave.
25.5.04
SINTESIS INFORMATIVA
Se informa a los corredores de bolsa que, a pesar de haber admitido que, como bien señalamos en este blog, "me desubiqué, la angustia me desubica", y querer patear la pelota al orsai diciendo los cuernos que le acaba de meter al marido "no los vivo como una venganza", las acciones de Mercedes han registrado un alza espectacular durante la última rueda en el recinto, impulsando el índice "Yeguas Inc" a niveles record.
A la hora de identificar los motivos de tan imprevista corrida de las especies, nadie duda del mérito de la despampanente puesta de puntos que la susodicha Mercedes, en su papel de madre-con-los-huevos-llenos-de-los-caprichos-de-su-hija, le puso a la pucherezca Antonia, esgrimiendo frases como "correte Antonia, y pensá, y crecé" y manteniendo el tenor espectacular de la operación respondiendo "eso contestátelo vos" a la pregunta "¿Soy la boluda ahora?" formulada por la chica de los labios retorcidos. Todo ello sostenido por la primera y quizás única gran actuación de Solita.
Si bien los especialistas no quieren arriesgar el comportamiento a futuro de estos papeles, todos acuerdan en que su desempeño actual es remarcable.
Y aprovechamos este flash para formular un pedido urgente: rogamos a la finadita que desate la furia de su lluvia santa a fin de que el alemán y su mujer no abandonen el pueblo. Tenemos la esperanza de que, ahora que Dalmiro se empanigassó y agarró el mate (sólo le falta decir "una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa"), este señor mezcla de Frankenstein y el Conde Drácula le pongan su cuota de maldad y perversión a El Deseo [ porque admitamos que la escena en la estación, con el monstruo llorando, las tres magdalenas sufriendo vigiladas de cerca por los Gemelos Fantásticos (Santillana y el cana) y Batman y Robin (Máximo y Simón) fue de antología].
Se informa a los corredores de bolsa que, a pesar de haber admitido que, como bien señalamos en este blog, "me desubiqué, la angustia me desubica", y querer patear la pelota al orsai diciendo los cuernos que le acaba de meter al marido "no los vivo como una venganza", las acciones de Mercedes han registrado un alza espectacular durante la última rueda en el recinto, impulsando el índice "Yeguas Inc" a niveles record.
A la hora de identificar los motivos de tan imprevista corrida de las especies, nadie duda del mérito de la despampanente puesta de puntos que la susodicha Mercedes, en su papel de madre-con-los-huevos-llenos-de-los-caprichos-de-su-hija, le puso a la pucherezca Antonia, esgrimiendo frases como "correte Antonia, y pensá, y crecé" y manteniendo el tenor espectacular de la operación respondiendo "eso contestátelo vos" a la pregunta "¿Soy la boluda ahora?" formulada por la chica de los labios retorcidos. Todo ello sostenido por la primera y quizás única gran actuación de Solita.
Si bien los especialistas no quieren arriesgar el comportamiento a futuro de estos papeles, todos acuerdan en que su desempeño actual es remarcable.
Y aprovechamos este flash para formular un pedido urgente: rogamos a la finadita que desate la furia de su lluvia santa a fin de que el alemán y su mujer no abandonen el pueblo. Tenemos la esperanza de que, ahora que Dalmiro se empanigassó y agarró el mate (sólo le falta decir "una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa"), este señor mezcla de Frankenstein y el Conde Drácula le pongan su cuota de maldad y perversión a El Deseo [ porque admitamos que la escena en la estación, con el monstruo llorando, las tres magdalenas sufriendo vigiladas de cerca por los Gemelos Fantásticos (Santillana y el cana) y Batman y Robin (Máximo y Simón) fue de antología].
24.5.04
Gato por liebre
"Una telenovela audaz, con escenas fuertes, calientes y polémicas. Algo nunca visto en la televisión abierta". "Vas a ser tres los galanes que se disputarán el amor de la heroína". "Naty se cambió totalmente de look y estuvo entrenando cinco meses para poder cumplir con las exigencias del guión".
Así la vendieron, así la compramos.
Después de muchas vueltas y demoras la telenovela empezó como todos sabemos y nosotras ya escribimos cien veces: Naty platinada, melenita leona, ombligo al aire y pezones al frente, paseando en botas de acá para allá con pinta de estar para cualquiera y haciéndole la gata a todos pero sin tocar a ninguno.
Está bien, fue el principio y sabemos que hay que empezar con todo, está bien. También sabemos que hay que durar hasta fin de año y que la historia hay que llevarla de a poco. Esto no es una miniserie que en diez capítulos ya tiene todo el conflicto planteado y desarrollado y entonces nos quedan dos o tres capítulos más para resolverlo en un final rimbombante. No, no pretendemos tanto, pero pretendemos un poco más. Pretendemos que en vez de tanto planteo se pase a la acción.
Entonces la novela produce un giro. Y nos ilusionamos un poco. Pensamos que por fin, que ya era hora, que qué suerte que se van a dejar de presentar misterios para mover un poco las piezas, que va a arrancar la historia y sí, las historia arranca, pero ¿sorpresivamente?, agarra para cualquier lado.
Cualquiera qye haya visto esta publicidad o alguno de los chivos en los diarios de hoy, entenderá perfectamente de qué hablamos.
A las escenas calientes que nos prometieron, que hasta ahora estaban en manos de Dalmiro y Grace casi exclusivamente (no vamos a contar las revolcaditas de Máximo y Antonia porque no da), hoy se suman las que arrancaron (arrancaron carcajadas) el jueves entre Javier y Mercedes, con ella colgando del marco de la puerta y él soportando todo el peso (el dramático y el de Solita, rígida como una estatua) de la escena. Una estafa. Cómo será la cosa que casi podríamos decir que extrañamos a Celeste Cid y su cara de sufrida. Una auténtica estafa. Decí que Javier está muy bueno, porque la verdad es que como escena caliente, preferimos a Mabelita "soñando".
Pero eso no es todo. Es más, eso no sería nada si el plan de la historia siguiera por algún recodo que llevara por el buen camino hacia lo que compramos: la novela innovadora de una chica audaz con tres galanes y bla bla bla. Lamentablemente no hay indicios de que las cosas mejoren.
Basta mirar la otra mitad del mismo afiche en el que Mercedes sigue colgada de Javier: en ella, Carmen, con la melenita de leona atada y las raíces negras que avanzan sobre el platinado, con una camisa en vez del top y cuatro lágrimas resbalando por sus mejillas. Sí, como leen, Carmen cambió de imagen, se olvidó de la gata que estaba para cualquiera y no le importaba nada y LLORA. Ya ni siquiera histeriquea, ahora está para llorar.
Una estafa. Se lo vea por donde se lo mire es una estafa. Si esto es lo que pasa porque el rating anda esquivo y las críticas arrecian, no sólo nos faltan el respeto como público (público en el que ya se cagan cada viernes que levantan la tira y ponen una peli) sino que además son unos nabos que no saben cómo hacerse cargo de la novela "transgresora" que prometieron. Y si éste era el plan original, los nabos somos nosotros que les compramos una historia "diferente" cuando en realidad nos vendieron gato por liebre.
"Una telenovela audaz, con escenas fuertes, calientes y polémicas. Algo nunca visto en la televisión abierta". "Vas a ser tres los galanes que se disputarán el amor de la heroína". "Naty se cambió totalmente de look y estuvo entrenando cinco meses para poder cumplir con las exigencias del guión".
Así la vendieron, así la compramos.
Después de muchas vueltas y demoras la telenovela empezó como todos sabemos y nosotras ya escribimos cien veces: Naty platinada, melenita leona, ombligo al aire y pezones al frente, paseando en botas de acá para allá con pinta de estar para cualquiera y haciéndole la gata a todos pero sin tocar a ninguno.
Está bien, fue el principio y sabemos que hay que empezar con todo, está bien. También sabemos que hay que durar hasta fin de año y que la historia hay que llevarla de a poco. Esto no es una miniserie que en diez capítulos ya tiene todo el conflicto planteado y desarrollado y entonces nos quedan dos o tres capítulos más para resolverlo en un final rimbombante. No, no pretendemos tanto, pero pretendemos un poco más. Pretendemos que en vez de tanto planteo se pase a la acción.
Entonces la novela produce un giro. Y nos ilusionamos un poco. Pensamos que por fin, que ya era hora, que qué suerte que se van a dejar de presentar misterios para mover un poco las piezas, que va a arrancar la historia y sí, las historia arranca, pero ¿sorpresivamente?, agarra para cualquier lado.
Cualquiera qye haya visto esta publicidad o alguno de los chivos en los diarios de hoy, entenderá perfectamente de qué hablamos.
A las escenas calientes que nos prometieron, que hasta ahora estaban en manos de Dalmiro y Grace casi exclusivamente (no vamos a contar las revolcaditas de Máximo y Antonia porque no da), hoy se suman las que arrancaron (arrancaron carcajadas) el jueves entre Javier y Mercedes, con ella colgando del marco de la puerta y él soportando todo el peso (el dramático y el de Solita, rígida como una estatua) de la escena. Una estafa. Cómo será la cosa que casi podríamos decir que extrañamos a Celeste Cid y su cara de sufrida. Una auténtica estafa. Decí que Javier está muy bueno, porque la verdad es que como escena caliente, preferimos a Mabelita "soñando".
Pero eso no es todo. Es más, eso no sería nada si el plan de la historia siguiera por algún recodo que llevara por el buen camino hacia lo que compramos: la novela innovadora de una chica audaz con tres galanes y bla bla bla. Lamentablemente no hay indicios de que las cosas mejoren.
Basta mirar la otra mitad del mismo afiche en el que Mercedes sigue colgada de Javier: en ella, Carmen, con la melenita de leona atada y las raíces negras que avanzan sobre el platinado, con una camisa en vez del top y cuatro lágrimas resbalando por sus mejillas. Sí, como leen, Carmen cambió de imagen, se olvidó de la gata que estaba para cualquiera y no le importaba nada y LLORA. Ya ni siquiera histeriquea, ahora está para llorar.
Una estafa. Se lo vea por donde se lo mire es una estafa. Si esto es lo que pasa porque el rating anda esquivo y las críticas arrecian, no sólo nos faltan el respeto como público (público en el que ya se cagan cada viernes que levantan la tira y ponen una peli) sino que además son unos nabos que no saben cómo hacerse cargo de la novela "transgresora" que prometieron. Y si éste era el plan original, los nabos somos nosotros que les compramos una historia "diferente" cuando en realidad nos vendieron gato por liebre.
21.5.04
Ojo por ojo, al ex-ingeniero me lo cojo
Sabemos que la ubicación es uno de los temas conflictivos de El Deseo, un pueblo que no está en los mapas pero tiene servicio permanente de micros a Buenos Aires ida y vuelta. Con el correr de los capítulos, nos damos cuenta de que la cuestión de la ubicación trasciende la geografía: en ese rincón perdido (pero no tanto porque todos van y vienen como si nada) del planeta, la mayor parte de sus habitantes son unos desubicados.
Tomemos por ejemplo a Costumbrito: ¿quién te dijo pibe que podés tener una escena de cinco minutos corriendo al micro tal como lo hiciera Simón hace un par de semanas? Está bien que vos sos mucho mejor actor que él, pero fue él el que pegó como tercer galán de Nati. Vos no sos tan importante, nene, ubicate en tu palmera.
Ya que la mencionamos, hablemos un poquito más de Carmen, que se pone hecha una furia cada vez que le dicen "puta", "perra" o derivados. Nena, si vas caminando por ahí muy campante con un top que apenas te tapa las tetas sin corpiño, apretadita y hundiendo los taquitos de tus botas rojas en el barro, con el pelo despeinado y platinado y los labios rojos, comiendo manzanitas para que hasta el más gil entienda lo del pecado y echando miradas de gata a cuanto flaco se te cruza y/o susurrándole cositas, no te van a llamar Hermana Carmen, ¿viste?, ubicate un poquito en en tu palmera.
Claro que cualquiera de estos dos son perejiles al lado de la gran planta de acelga que es Mercedes, que cuando de desubicarse se trata, les gana a todos y a cada uno por varios cuerpos. En vez de explotar el mérito de llevar la edad tan dignamente, se hace la pendeja, se viste de pendeja, se comporta como una pendeja, se mueve como una pendeja y habla como una pendeja: escuchar un "vengo enroscada mal" de la boca de alguien que ronda los cincuenta es bastante desubicado, pero más todavía el tener que ponerse a coger de parado con Javier, con las piernas rígidas para que se note qué remarcadas están y haciendo piruetas colgada del marco de la puerta para que no le flameen los triceps. Ubicate en tu palmera, Mercedes, las piruetas dejalas para Nati que es la que se mató entrenando y hace veinte capítulos que no le dan un trapecio ni de lástima.
Y ya que hablamos de Mercedes, no nos queremos privas de reflexionar un poquito sobre lo que pasó ayer, que fue sin dudas SU capítulo.
Todo su discurso sobre la libertad de la pareja quedó arrastrado en la escena en que se desdobla para, por el lado fantasmal, llorar desesperada implorando a Dalmiro para que le cuente la verdad mientras que, por el lado humano (un decir) se hace la dura implacable de una manera tan poco convincente que ni ella se la debe creer. Pero lo peor del caso no es la actuación de Solita sino que todo el problema de su personaje no parecen ser los cuernos sino el hecho de que no se los refrieguen por la cara.
Lo mismo para vos que para tu hija Antonia, Mercedes: ¿por qué es tan traicionador que te metan los cuernos si vos misma admitís que "te pesan cosas que te censuraste" desde que el bonito llegó al pueblo y a la primera apretada te le prendés a la cintura? Y lo más importante ¿Ahora que vos también sos desleal, le vas a ir a decir la verdad a Dalmiro?
Sabemos que la ubicación es uno de los temas conflictivos de El Deseo, un pueblo que no está en los mapas pero tiene servicio permanente de micros a Buenos Aires ida y vuelta. Con el correr de los capítulos, nos damos cuenta de que la cuestión de la ubicación trasciende la geografía: en ese rincón perdido (pero no tanto porque todos van y vienen como si nada) del planeta, la mayor parte de sus habitantes son unos desubicados.
Tomemos por ejemplo a Costumbrito: ¿quién te dijo pibe que podés tener una escena de cinco minutos corriendo al micro tal como lo hiciera Simón hace un par de semanas? Está bien que vos sos mucho mejor actor que él, pero fue él el que pegó como tercer galán de Nati. Vos no sos tan importante, nene, ubicate en tu palmera.
Ya que la mencionamos, hablemos un poquito más de Carmen, que se pone hecha una furia cada vez que le dicen "puta", "perra" o derivados. Nena, si vas caminando por ahí muy campante con un top que apenas te tapa las tetas sin corpiño, apretadita y hundiendo los taquitos de tus botas rojas en el barro, con el pelo despeinado y platinado y los labios rojos, comiendo manzanitas para que hasta el más gil entienda lo del pecado y echando miradas de gata a cuanto flaco se te cruza y/o susurrándole cositas, no te van a llamar Hermana Carmen, ¿viste?, ubicate un poquito en en tu palmera.
Claro que cualquiera de estos dos son perejiles al lado de la gran planta de acelga que es Mercedes, que cuando de desubicarse se trata, les gana a todos y a cada uno por varios cuerpos. En vez de explotar el mérito de llevar la edad tan dignamente, se hace la pendeja, se viste de pendeja, se comporta como una pendeja, se mueve como una pendeja y habla como una pendeja: escuchar un "vengo enroscada mal" de la boca de alguien que ronda los cincuenta es bastante desubicado, pero más todavía el tener que ponerse a coger de parado con Javier, con las piernas rígidas para que se note qué remarcadas están y haciendo piruetas colgada del marco de la puerta para que no le flameen los triceps. Ubicate en tu palmera, Mercedes, las piruetas dejalas para Nati que es la que se mató entrenando y hace veinte capítulos que no le dan un trapecio ni de lástima.
Y ya que hablamos de Mercedes, no nos queremos privas de reflexionar un poquito sobre lo que pasó ayer, que fue sin dudas SU capítulo.
Todo su discurso sobre la libertad de la pareja quedó arrastrado en la escena en que se desdobla para, por el lado fantasmal, llorar desesperada implorando a Dalmiro para que le cuente la verdad mientras que, por el lado humano (un decir) se hace la dura implacable de una manera tan poco convincente que ni ella se la debe creer. Pero lo peor del caso no es la actuación de Solita sino que todo el problema de su personaje no parecen ser los cuernos sino el hecho de que no se los refrieguen por la cara.
Lo mismo para vos que para tu hija Antonia, Mercedes: ¿por qué es tan traicionador que te metan los cuernos si vos misma admitís que "te pesan cosas que te censuraste" desde que el bonito llegó al pueblo y a la primera apretada te le prendés a la cintura? Y lo más importante ¿Ahora que vos también sos desleal, le vas a ir a decir la verdad a Dalmiro?
20.5.04
Mi San Expedito de las causas justas y urgentes, intercede por mi hija Mercedes que se arrodilla frente a mi tumba junto a esa foto que me pusieron que parece un gif animado, ven en su socorro en esta hora de aflicción y desesperanza en la que olvidó todas las boludeces que dijo al principio de la novela sobre la pareja libre y esas modernidades. Mi San Expedito, tú que eres el Santo guerrero, dale temple para soportar los cuernos sin poner cara de asco cada vez que su marido la toca. Tú que eres el Santo de los afligidos, no le quites su voluptuosa expresión corporal que la ayuda a hacer tantos gestos y ademanes en este momento aciago. Tú que eres el Santo de los desesperados, no dejes que caiga en la tentación de garcharse a Javier por despecho. Tú que eres el Santo de las causas urgentes, dale a Javier la paciencia para que pueda esperar a que Carmen se decida de una vez, protege a Máximo de los celos de su novia, ayuda a Santillana a encontrar un novio, convéncela de que como locutora se va a morir de hambre, otorgale al Flauta un sombrero nuevo, haz que Faustina encuentre a su madre y deje clavados para siempre a los tres plomos, concédele a Simón una beca en un curso de actuación, dale a Mabelita la fuerza para mandar a cagar a su hermana, dale coraje a Dalmiro para mirarse la cara al espejo, una manzana a Carmen que ayer no comió y un poco de serenidad al Bebi para aguantar al gordo Luque. ¡Atiende mi pedido! ¡¡QUE DE UNA VEZ POR TODAS PASE ALGO INTERESANTE EN EL DESEO!!
Mi San Expedito, ayuda a los televidentes a superar estas horas difíciles, protégelos de las vueltas en círculo de la trama, atiende mi pedido con urgencia. Haz que me dejen descansar en paz mientras escucho a Air y a James Brown, nunca más permitas que parezca que esa foto está a punto de cobrar vida. ¡Mi San Expedito! Estaré agradecida por toda la eternidad y haré que Mabelita propague tu nombre a todos los que tienen Fe. Muchas Gracias.
Mi San Expedito, ayuda a los televidentes a superar estas horas difíciles, protégelos de las vueltas en círculo de la trama, atiende mi pedido con urgencia. Haz que me dejen descansar en paz mientras escucho a Air y a James Brown, nunca más permitas que parezca que esa foto está a punto de cobrar vida. ¡Mi San Expedito! Estaré agradecida por toda la eternidad y haré que Mabelita propague tu nombre a todos los que tienen Fe. Muchas Gracias.
19.5.04
¿Es usted un fanático de El Deseo?
Conteste estas simples preguntas y descubra cuan comprometido está con la novela más autobombeada del año. Sea sincero y siga sus corazonadas: no espíe las respuestas.
¿Quién dijo "¿Sabés qué? Te ponés reiterativa".
a. Silvio Soldán a Silvia Suller.
b. Máximo a Antonia, frente al enésimo ataque de celos.
c. Usted (y nosotras, y todos los 13 y pico puntos de televidentes), hablándole a la novela como recurso desesperado frente al aburrimiento.
¿Quién dijo? "Nunca una propuesta interesante, una sonrisa espontánea".
a. Susana a un susano.
b. Máximo a Antonia, inmediatamente después del anterior.
c. Usted (y nosotras, y todos los 13 y pico puntos de televidentes) ante la aparición de un nuevo misterio en El Deseo.
¿Quién dijo "Este noviazgo choto se terminó acá"?
a. Cecilia la cheta a Tito Roldán.
b. Antonia a Máximo, después del enésimo ataque de celos.
c. Usted (y nosotras, y todos los etc.) hablándole a la novela, ante la evidencia de que las promesas del principio ya no son lo que eran.
¿Quién dijo "A mí acá me tienen al pedo"?
a. Baby Etchecopar en la mesa de Gerardo.
b. El cana Hilario a su hijastra masajista.
c. Usted (y nosotras y etc etc), pensando todo lo que podría hacer Ud. cada noche de 22:30 a 23:30 en vez de mirar El Deseo.
¿Quién dijo algo así como "A ver si empezamos esta historia de una vez"?
a. Clark Kent cuando era joven y vivía todavía en Smallville.
b. Javier a Carmen o Carmen a Javier, lo mismo da porque ya lo dijeron como cuarenta veces, porque siempre pasa algo que los interrumpe.
c. Usted (y etc etc), desde hace casi cinco semanas, cada vez que empieza El Deseo.
¿Quién dijo "Llegó el momento de no rebajarnos más"?
a. Pachu y Pablo.
b. Alguno de los de El Deseo, anoche (ya no recordamos quién).
c. Usted (etc etc), cada vez que cree que es la última vez que va a ver El Deseo.
¿Quién piensa Ud. que dijo "Ya no sé qué hacer para que me quieran"?
a. La Felicitas de Laura Azcurra en Los Pensionados.
b. Carmen, llorando, aunque no lo parezca que está llorando.
c. Los guionistas y el equipo de producción de El Deseo, en representación de la novela entera.
¿Cómo piensa Ud. que siguió la frase de Simón: "Iba a cazar, "qué pensaste?"?
a. No tengo idea: me lo perdí.
b. "Mato patos. Los que pagan los platos rotos son los patos".
c. "¡Qué lástima que no te mataste, pibe!"
¿Quién es para Ud. Lautaro Delgado?
a. Lautaro se llama el hijo del Intendente de La Cruz, el que se casó con Norita pero se quiere escapar con La Nena. Pero... ¿no era Costas el apellido?
b. El que hace de Francisco Casariego en El Deseo.
c. Una amenaza a la deforestación global, a pesar de su lindo culito.
Respuestas:
Si usted respondió mayoría de a): Es evidente que Ud. está mirando otro canal. Lo bien que hace.
Si eligió mayoría de respuestas b): Está Ud. en lo cierto. Es obvio que Ud. es fanático de El Deseo. Felicitaciones.
Si, en cambio eligió todas c): Mirá, las correctas son las b), pero si elegiste éstas también estás en lo cierto. Si te sirve de consuelo, nosotras te acompañamos en el sentimiento. Parafraseando al Gran y Desperdiciado Bebi: "mientras le hacés el papá sabiduría a la marmota de la hija de Bernal, te la están poniendo con vaselina y sin pausa".
Conteste estas simples preguntas y descubra cuan comprometido está con la novela más autobombeada del año. Sea sincero y siga sus corazonadas: no espíe las respuestas.
¿Quién dijo "¿Sabés qué? Te ponés reiterativa".
a. Silvio Soldán a Silvia Suller.
b. Máximo a Antonia, frente al enésimo ataque de celos.
c. Usted (y nosotras, y todos los 13 y pico puntos de televidentes), hablándole a la novela como recurso desesperado frente al aburrimiento.
¿Quién dijo? "Nunca una propuesta interesante, una sonrisa espontánea".
a. Susana a un susano.
b. Máximo a Antonia, inmediatamente después del anterior.
c. Usted (y nosotras, y todos los 13 y pico puntos de televidentes) ante la aparición de un nuevo misterio en El Deseo.
¿Quién dijo "Este noviazgo choto se terminó acá"?
a. Cecilia la cheta a Tito Roldán.
b. Antonia a Máximo, después del enésimo ataque de celos.
c. Usted (y nosotras, y todos los etc.) hablándole a la novela, ante la evidencia de que las promesas del principio ya no son lo que eran.
¿Quién dijo "A mí acá me tienen al pedo"?
a. Baby Etchecopar en la mesa de Gerardo.
b. El cana Hilario a su hijastra masajista.
c. Usted (y nosotras y etc etc), pensando todo lo que podría hacer Ud. cada noche de 22:30 a 23:30 en vez de mirar El Deseo.
¿Quién dijo algo así como "A ver si empezamos esta historia de una vez"?
a. Clark Kent cuando era joven y vivía todavía en Smallville.
b. Javier a Carmen o Carmen a Javier, lo mismo da porque ya lo dijeron como cuarenta veces, porque siempre pasa algo que los interrumpe.
c. Usted (y etc etc), desde hace casi cinco semanas, cada vez que empieza El Deseo.
¿Quién dijo "Llegó el momento de no rebajarnos más"?
a. Pachu y Pablo.
b. Alguno de los de El Deseo, anoche (ya no recordamos quién).
c. Usted (etc etc), cada vez que cree que es la última vez que va a ver El Deseo.
¿Quién piensa Ud. que dijo "Ya no sé qué hacer para que me quieran"?
a. La Felicitas de Laura Azcurra en Los Pensionados.
b. Carmen, llorando, aunque no lo parezca que está llorando.
c. Los guionistas y el equipo de producción de El Deseo, en representación de la novela entera.
¿Cómo piensa Ud. que siguió la frase de Simón: "Iba a cazar, "qué pensaste?"?
a. No tengo idea: me lo perdí.
b. "Mato patos. Los que pagan los platos rotos son los patos".
c. "¡Qué lástima que no te mataste, pibe!"
¿Quién es para Ud. Lautaro Delgado?
a. Lautaro se llama el hijo del Intendente de La Cruz, el que se casó con Norita pero se quiere escapar con La Nena. Pero... ¿no era Costas el apellido?
b. El que hace de Francisco Casariego en El Deseo.
c. Una amenaza a la deforestación global, a pesar de su lindo culito.
Respuestas:
Si usted respondió mayoría de a): Es evidente que Ud. está mirando otro canal. Lo bien que hace.
Si eligió mayoría de respuestas b): Está Ud. en lo cierto. Es obvio que Ud. es fanático de El Deseo. Felicitaciones.
Si, en cambio eligió todas c): Mirá, las correctas son las b), pero si elegiste éstas también estás en lo cierto. Si te sirve de consuelo, nosotras te acompañamos en el sentimiento. Parafraseando al Gran y Desperdiciado Bebi: "mientras le hacés el papá sabiduría a la marmota de la hija de Bernal, te la están poniendo con vaselina y sin pausa".
18.5.04
Venía rápido y se le soltó un patín
Parece mentira que un pueblito insignificante, tranquilo y para colmo con aguas termales sea semajante aquelarre: El Deseo es pastura para psiquiatras. En su fauna típica abundan los piruchos, los chapitas, los enajenados y los atormentados de todo tipo. Y como si no alcanzara, cada vez que se abre la puerta del colectivo, aparece un pirado nuevo.
Dios los cría y el spa los amontona. Debe ser por eso que hay tanto micro que llega al pueblo.
Como dice Dalmiro, pasemos en limpio:
- Primero que nada, la revelación "Chapa de madera terciada": Simón, pichón de Patrick Bateman, a quien no sólo le faltan un par de caramelos sino que además se le han volado irremediablemente los pájaros. "Hay veces que me daqn ganas de matar y hay veces que me dan ganas de morir", es su profunda filosofía. En pleno ataque de celos injustificados, se le revuelven los ojos y pela una escopeta. "¡Al fin un poco de acción!" pensamos, imaginando qué giro interesante puede dar la trama. Pero no, al pibe se le da por apoyarsela en la pera, un desperdicio. Tener la esperanza de que apriete el gatillo es una ilusión vana.
- Casariego hijo pasea su lindo culito y trata de actuar su sacadez, sin demasiada convicción ni objetivo cierto aún. "Este chico Francisco está desnudo todo el tiempo" dice Mabelita y, por ahora, parece que es la única que lo aprovecha, cumpliendo al pie de la letra lo que le pidió Dalmiro: que lo mire todo el tiempo.
- Hilario, sin comentarios.
- Máximo anda como loco, alzado y con las pelotas por el piso. La culpa de (casi) todo la tiene su querida y reiterativa novia, que no está ni ahí de otorgarle una sonrisa espontánea siquiera. Para colmo, también tiene que ocuparse del atormentado de Simón que lo tiene con el culo en la mano y atajar los reproches de Dalmiro que le hace escenitas de novio celoso.
- El Flauta, como si no tuviese problemas ahora tiene que pagar una deuda al dos y medio mensual directo en pesos.
- De los dos puntos anteriores se desprende que la pirada es Antonia. Pero eso ya lo sabíamos.
- Javier se brota de nuevo. Una mujer, le pasa. Una mujer también atormentada, atormentada por su padre ¿violador?, atormentada por la lástima hacia psichokiller, atormentada por la falta de aire (ella siempre jadea) atormentada por las ganas de volar y, seguramente, por no comer más que manzanas. Atormentada, sin dudas, por lo poco convincente que es a la hora de llorar. Aparentemente, dentro de no mucho le va a pasar otra mujer, porque Solita lo mira y se moja. Anoten, después no digan que no les avisamos.
- Es al pedo seguir enumerando: la bruzzo, costumbrito, la masajista, el matrimonio Tomasini... en el pueblo de piruchos, ni los pibes se salvan. Si alguien descubrió un personaje que pueda ser clasificado como "normal", que avise.
- Y para colmo, éramos pocos y parió la abuela: al final anticipado del capítulo (alguien se manducó como 15 minutos) llega el micro, abre la puerta y se baja la atormentada madre de la atormentada Carmen. Su primer acto es desmayarse. Ahora nos falta que venga el alemán y Roxi y ahí sí que estamos todos.
Parece mentira que un pueblito insignificante, tranquilo y para colmo con aguas termales sea semajante aquelarre: El Deseo es pastura para psiquiatras. En su fauna típica abundan los piruchos, los chapitas, los enajenados y los atormentados de todo tipo. Y como si no alcanzara, cada vez que se abre la puerta del colectivo, aparece un pirado nuevo.
Dios los cría y el spa los amontona. Debe ser por eso que hay tanto micro que llega al pueblo.
Como dice Dalmiro, pasemos en limpio:
- Primero que nada, la revelación "Chapa de madera terciada": Simón, pichón de Patrick Bateman, a quien no sólo le faltan un par de caramelos sino que además se le han volado irremediablemente los pájaros. "Hay veces que me daqn ganas de matar y hay veces que me dan ganas de morir", es su profunda filosofía. En pleno ataque de celos injustificados, se le revuelven los ojos y pela una escopeta. "¡Al fin un poco de acción!" pensamos, imaginando qué giro interesante puede dar la trama. Pero no, al pibe se le da por apoyarsela en la pera, un desperdicio. Tener la esperanza de que apriete el gatillo es una ilusión vana.
- Casariego hijo pasea su lindo culito y trata de actuar su sacadez, sin demasiada convicción ni objetivo cierto aún. "Este chico Francisco está desnudo todo el tiempo" dice Mabelita y, por ahora, parece que es la única que lo aprovecha, cumpliendo al pie de la letra lo que le pidió Dalmiro: que lo mire todo el tiempo.
- Hilario, sin comentarios.
- Máximo anda como loco, alzado y con las pelotas por el piso. La culpa de (casi) todo la tiene su querida y reiterativa novia, que no está ni ahí de otorgarle una sonrisa espontánea siquiera. Para colmo, también tiene que ocuparse del atormentado de Simón que lo tiene con el culo en la mano y atajar los reproches de Dalmiro que le hace escenitas de novio celoso.
- El Flauta, como si no tuviese problemas ahora tiene que pagar una deuda al dos y medio mensual directo en pesos.
- De los dos puntos anteriores se desprende que la pirada es Antonia. Pero eso ya lo sabíamos.
- Javier se brota de nuevo. Una mujer, le pasa. Una mujer también atormentada, atormentada por su padre ¿violador?, atormentada por la lástima hacia psichokiller, atormentada por la falta de aire (ella siempre jadea) atormentada por las ganas de volar y, seguramente, por no comer más que manzanas. Atormentada, sin dudas, por lo poco convincente que es a la hora de llorar. Aparentemente, dentro de no mucho le va a pasar otra mujer, porque Solita lo mira y se moja. Anoten, después no digan que no les avisamos.
- Es al pedo seguir enumerando: la bruzzo, costumbrito, la masajista, el matrimonio Tomasini... en el pueblo de piruchos, ni los pibes se salvan. Si alguien descubrió un personaje que pueda ser clasificado como "normal", que avise.
- Y para colmo, éramos pocos y parió la abuela: al final anticipado del capítulo (alguien se manducó como 15 minutos) llega el micro, abre la puerta y se baja la atormentada madre de la atormentada Carmen. Su primer acto es desmayarse. Ahora nos falta que venga el alemán y Roxi y ahí sí que estamos todos.
14.5.04
¡Cómo me gustaría volar!
Promediando el capítulo de ayer, una frase quedó instalada como síntesis de la realidad en El Deseo:
"Esto no va ni pa'trás no pa'lante"
La telenovela todavía no cumplió un mes en el aire y ya están dando vueltas en círculos como si fuera el capítulo 238 y tuvieran que estirar las cosas para durar 94 más.
Parece que el pantano se tragó la onda de la novela, se agrisó el brillo visual, se abusa del truco de la escenita que no pasa más que en la cabeza de alguien y hasta la musicalización parece aburrida de sí misma.
La única explicación que se nos ocurre a tanto desatino es que el equipo de producción está completa y profundamente dormido en los laureles que les dejó Resistiré. Porque arrancaron con todo el bombo, se llenaron la boca de "arte" y "transgresión" y "audacia" y "nunca viste nada igual" y todo quedó en veremos, en misterios misteriosos y en histeria a tal punto que no sólo pierden 25 puntos de nabos que miran los Roldán, sino que Padre Coraje les gana por goleada. ¡Padre Coraje les gana, ¿¿se dan cuenta??! ¡Nancy y Arana! ¡No podéss!
Cómo serán las cosas que en el capítulo de ayer la que más brilló fue Mortimer que, a fuerza de boquitas torcidas, se mandó con todo:
"No me gustan las putas de afuera. Las de acá me las banco pero las de afuera no"
"Esa mina lo único que quiere es refregar su orto adelante de todos"
Mientras tanto, apenas rescatamos unas pequeñas delicias:
El ingeniero viene muy bien. Su "Vos en este pequeño ratito ya me estás cayendo como el culo" fue tan bueno como las caritas que le pone a Nati y casi tan espectacular como el culito de Casariego.
La carita de enamorada de la Bruzzo fue tan buena como el "vos me completás" de Dalmiro, aunque le faltó un poco para llegar a la excelencia del culito de Casariego.
El "Vos me tranquilizás, bonito" de Carmen al ex-ingeniero le perdona el bochorno que hace cuando llora y repite "me... me... me..." cual oveja descarriada. De todos modos, esto queda totalmente demerecido por el culito de Casariego.
El culito de Casariego, a quien le perdonamos su cara de "qué-loco-y-drogado-que-soy,-loco" siempre y cuando no se haya muerto y vuelva a meterse en el jacuzzi en pelotas.
Promediando el capítulo de ayer, una frase quedó instalada como síntesis de la realidad en El Deseo:
"Esto no va ni pa'trás no pa'lante"
La telenovela todavía no cumplió un mes en el aire y ya están dando vueltas en círculos como si fuera el capítulo 238 y tuvieran que estirar las cosas para durar 94 más.
Parece que el pantano se tragó la onda de la novela, se agrisó el brillo visual, se abusa del truco de la escenita que no pasa más que en la cabeza de alguien y hasta la musicalización parece aburrida de sí misma.
La única explicación que se nos ocurre a tanto desatino es que el equipo de producción está completa y profundamente dormido en los laureles que les dejó Resistiré. Porque arrancaron con todo el bombo, se llenaron la boca de "arte" y "transgresión" y "audacia" y "nunca viste nada igual" y todo quedó en veremos, en misterios misteriosos y en histeria a tal punto que no sólo pierden 25 puntos de nabos que miran los Roldán, sino que Padre Coraje les gana por goleada. ¡Padre Coraje les gana, ¿¿se dan cuenta??! ¡Nancy y Arana! ¡No podéss!
Cómo serán las cosas que en el capítulo de ayer la que más brilló fue Mortimer que, a fuerza de boquitas torcidas, se mandó con todo:
"No me gustan las putas de afuera. Las de acá me las banco pero las de afuera no"
"Esa mina lo único que quiere es refregar su orto adelante de todos"
Mientras tanto, apenas rescatamos unas pequeñas delicias:
El ingeniero viene muy bien. Su "Vos en este pequeño ratito ya me estás cayendo como el culo" fue tan bueno como las caritas que le pone a Nati y casi tan espectacular como el culito de Casariego.
La carita de enamorada de la Bruzzo fue tan buena como el "vos me completás" de Dalmiro, aunque le faltó un poco para llegar a la excelencia del culito de Casariego.
El "Vos me tranquilizás, bonito" de Carmen al ex-ingeniero le perdona el bochorno que hace cuando llora y repite "me... me... me..." cual oveja descarriada. De todos modos, esto queda totalmente demerecido por el culito de Casariego.
El culito de Casariego, a quien le perdonamos su cara de "qué-loco-y-drogado-que-soy,-loco" siempre y cuando no se haya muerto y vuelva a meterse en el jacuzzi en pelotas.
13.5.04
Mercedes en el papel de Mata Hari.
Los padres de Carmen que hablan en lenguas y le tiran la estola de plumas por el balcón.
Antonia que le confiesa a Flauta (qué personaje desperdiciado, por favor, ¿por qué se lo habrán dado al gordo Luque?) que la pasó mejor con él que con Máximo.
Costumbrito defendiendo el honor de Erica Rivas.
El cana que se lo quiere cargar y va a pedirle permiso a Dalmiro.
La Bruzzo que se debe estar dando con propóleos otra vez porque está que arde de calentura.
Demasiados despropósitos para un solo capítulo.
Sin embargo rescatamos una frase que le va bárbaro a nuestro fiel cacerolo: "cuando lo escuches mil veces hablar de arte que te parte la cabeza y te la abre" vas a ver que no te cae tan bien.
Los padres de Carmen que hablan en lenguas y le tiran la estola de plumas por el balcón.
Antonia que le confiesa a Flauta (qué personaje desperdiciado, por favor, ¿por qué se lo habrán dado al gordo Luque?) que la pasó mejor con él que con Máximo.
Costumbrito defendiendo el honor de Erica Rivas.
El cana que se lo quiere cargar y va a pedirle permiso a Dalmiro.
La Bruzzo que se debe estar dando con propóleos otra vez porque está que arde de calentura.
Demasiados despropósitos para un solo capítulo.
Sin embargo rescatamos una frase que le va bárbaro a nuestro fiel cacerolo: "cuando lo escuches mil veces hablar de arte que te parte la cabeza y te la abre" vas a ver que no te cae tan bien.
12.5.04
Por los penales
Hace por lo menos dos semanas que venimos pidiendo un poco más de acción en El Deseo y justo se les ocurre darnos bola y encima terminar más temprano que NUNCA (23:20 ya no quedaba nadie en El Deseo) el día que juega River y el partido se alarga exasperantemente hasta los penales. Penales con polémica, minutos tirados a los chanchos.
No hay derecho, NO HAY NINGÚN DERECHO.
De lo poco que vimos, gracias al zapping de saque de arco y/o pausa para putear al referí, rescatamos el adelanto del esperado beso. Al fin, Carmen y Javier pudieron apretar como dios manda, y gracias a él lo hicieron al final del capítulo, así que lo vamos a poder ver en el telebeam.
También vimos a Dalmiro ganándose unos porotos a través de la puesta en vereda a la Bruzzo. A Mabelita renegando contra los hombres, hombres-lobo incluídos.
Pero sobre todo vimos a Antonia haciéndose la debutante con Máximo (y sí, después de semejante regalo que le hizo no daba seguir histeriqueando), preguntándole qué significaba para un tipo la primera vez de una mina y oyendo cómo él le decía "un trofeo para mi corazón". Y después, la confesión del héroe al amigo: "¿te das cuenta las boludeces que me hace decir esta mina? Tantas preguntitas me tienen las pelotas por el piso".
Por favor que le den más papel al Bebi porque si no vamos a tener que enfrentar un conflicto de intereses.
Hace por lo menos dos semanas que venimos pidiendo un poco más de acción en El Deseo y justo se les ocurre darnos bola y encima terminar más temprano que NUNCA (23:20 ya no quedaba nadie en El Deseo) el día que juega River y el partido se alarga exasperantemente hasta los penales. Penales con polémica, minutos tirados a los chanchos.
No hay derecho, NO HAY NINGÚN DERECHO.
De lo poco que vimos, gracias al zapping de saque de arco y/o pausa para putear al referí, rescatamos el adelanto del esperado beso. Al fin, Carmen y Javier pudieron apretar como dios manda, y gracias a él lo hicieron al final del capítulo, así que lo vamos a poder ver en el telebeam.
También vimos a Dalmiro ganándose unos porotos a través de la puesta en vereda a la Bruzzo. A Mabelita renegando contra los hombres, hombres-lobo incluídos.
Pero sobre todo vimos a Antonia haciéndose la debutante con Máximo (y sí, después de semejante regalo que le hizo no daba seguir histeriqueando), preguntándole qué significaba para un tipo la primera vez de una mina y oyendo cómo él le decía "un trofeo para mi corazón". Y después, la confesión del héroe al amigo: "¿te das cuenta las boludeces que me hace decir esta mina? Tantas preguntitas me tienen las pelotas por el piso".
Por favor que le den más papel al Bebi porque si no vamos a tener que enfrentar un conflicto de intereses.
11.5.04
Siempre que llovió, paró
Ya no es sólo la evidencia de la canilla rebelde. Ahora, sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que la finadita reencarnó en agua y maneja la lluvia a voluntad para que Carmen se quede en El Deseo. Podríamos hablar largo y tendido sobre la faceta sobrenatural de la novela, pero no tenemos ganas.
Ayer pasaron un montón de cosas RE lindas de las que también podríamos hablar:
- Antonia peló un pilotito RE lindo.
- Fanego puso una carita de nabo en aprietos RE linda.
- En una escena RE linda, Mabelita se puso a ensayar frente al espejo lo que iba a decirle al barman y después le batió en la cara a su detestable hermana: "prefiero hablar sola que confesarme ante un grabador".
- Las caras de Solita son RE lindas. Los 35 gestos que usa antes de cada frase también. La relación que está armando con Carmen y el ex-ingeniero también.
- El afiche-tapa de LP de Los de Gloria en Tunuyán, lazo tendido hacia Resistiré (perdón cacerolo, pero viste que son ellos, los guionistas, los que insisten) quedaba RE lindo en la pared revestida de hueveras de la radio.
- RE lindos los equívocos típicamente noveleros, que vienen exclusivamente a demostrar que no estamos frente al arte plasmado en televisión de avanzada o algo así como lo que siempre nos dice cacerolo, sino a una telenovela hecha y derecha.
- Hasta el pesado de Simón sigue tan RE lindo como RE madera.
Y así podríamos seguir, pero tampoco la pavada. Porque en realidad todo esto fue para introducir algo que es, indiscutiblemente, el píco más alto de lo que va de la novela.
Algo que va a quedar, por mucho tiempo en la memoria del espectador, como el momento más sublime.
Algo que demostró la grandeza de un actor, más allá de que viniera planchando durante tres semanas.
Algo que hizo que definitivamente olvidemos a Andrés y empecemos a hablar de Máximo.
No vamos a rebajar a palabras la maravillosa escena en la que Máximo, al mejor estilo Gitano, le muestra a su novia la sorpresa que le tenía preparada. Y conste que la tuvo que armar a las apuradas y también conste que la naba de Mortimer no se la merece. No importa, ningún detalle logrará que deje de ser estupenda. Había que verla y la vimos.
Si alguien se la perdió, sepa que ha dejado pasar un momento histórico de la televisión argentina.
Ya no es sólo la evidencia de la canilla rebelde. Ahora, sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que la finadita reencarnó en agua y maneja la lluvia a voluntad para que Carmen se quede en El Deseo. Podríamos hablar largo y tendido sobre la faceta sobrenatural de la novela, pero no tenemos ganas.
Ayer pasaron un montón de cosas RE lindas de las que también podríamos hablar:
- Antonia peló un pilotito RE lindo.
- Fanego puso una carita de nabo en aprietos RE linda.
- En una escena RE linda, Mabelita se puso a ensayar frente al espejo lo que iba a decirle al barman y después le batió en la cara a su detestable hermana: "prefiero hablar sola que confesarme ante un grabador".
- Las caras de Solita son RE lindas. Los 35 gestos que usa antes de cada frase también. La relación que está armando con Carmen y el ex-ingeniero también.
- El afiche-tapa de LP de Los de Gloria en Tunuyán, lazo tendido hacia Resistiré (perdón cacerolo, pero viste que son ellos, los guionistas, los que insisten) quedaba RE lindo en la pared revestida de hueveras de la radio.
- RE lindos los equívocos típicamente noveleros, que vienen exclusivamente a demostrar que no estamos frente al arte plasmado en televisión de avanzada o algo así como lo que siempre nos dice cacerolo, sino a una telenovela hecha y derecha.
- Hasta el pesado de Simón sigue tan RE lindo como RE madera.
Y así podríamos seguir, pero tampoco la pavada. Porque en realidad todo esto fue para introducir algo que es, indiscutiblemente, el píco más alto de lo que va de la novela.
Algo que va a quedar, por mucho tiempo en la memoria del espectador, como el momento más sublime.
Algo que demostró la grandeza de un actor, más allá de que viniera planchando durante tres semanas.
Algo que hizo que definitivamente olvidemos a Andrés y empecemos a hablar de Máximo.
No vamos a rebajar a palabras la maravillosa escena en la que Máximo, al mejor estilo Gitano, le muestra a su novia la sorpresa que le tenía preparada. Y conste que la tuvo que armar a las apuradas y también conste que la naba de Mortimer no se la merece. No importa, ningún detalle logrará que deje de ser estupenda. Había que verla y la vimos.
Si alguien se la perdió, sepa que ha dejado pasar un momento histórico de la televisión argentina.
8.5.04
Buenos Aires no traga, chupa
Nos pone mal la valijita tamborcito. Nos pone mal que todas las casas tengan sábanas rojas (cacerolo nos explicará la concepción artística de este detalle). Nos pone mal la berretada de que pelen ananá fizz en vez de champagne. Nos pone mal Cristobal. Nos pone mal que a Máximo no lo dejen poner sus flujos y reflujos en algún hueco.
Pero sobre todo, nos muy mal que Simón sea tan condenadamente NABO MAL.
Por suerte está Portishead y el ex-ingeniero está bárbaro.
Nos pone mal la valijita tamborcito. Nos pone mal que todas las casas tengan sábanas rojas (cacerolo nos explicará la concepción artística de este detalle). Nos pone mal la berretada de que pelen ananá fizz en vez de champagne. Nos pone mal Cristobal. Nos pone mal que a Máximo no lo dejen poner sus flujos y reflujos en algún hueco.
Pero sobre todo, nos muy mal que Simón sea tan condenadamente NABO MAL.
Por suerte está Portishead y el ex-ingeniero está bárbaro.
7.5.04
El amigo bombero
Si este post estuviese grabándose en un cassette, se llamaría "Reflexión número 723 sobre el devenir de El Deseo", pero como estamos en un blog, elegimos homenajear al gran Bebi, que fue el único capaz de ponerle coto a la boludez de Flauta y Antonia.
Ustedes se acuerdan: la nena está atacada porque el novio la cuernea y le va a llorar al Flauta. Le hace boquita retorcida y el otro la consuela. La escena queda melodramáticamente interrumpida por la aparición de papá Dalmiro. Entonces pasan dos cosas: primero, un ridículo ataque de celos del padre hacia la hija... sin comentarios. Lo acusa al Flauta de ser un nadie de culo aplastado, diosanto. A Dalmiro se le cayó el malvado al pozo y vamos a ver cómo lo saca. Pero mientras tanto, el Bebi entra en acción y, ante la mirada bovina del gordo Luque, se manda con todo: "No podés consolar a una mina que te pasaste por las armas. Le estás haciendo el amigo bombero que encima se la garchó". Sublime. Y encima intercala un "ah, caramba". Monumental el Bebi. Ojalá que se le dé con Mabelita, hacen una pareja preciosa.
Otra puesta de puntos fue la de Carmen al ya sin dudas nabo de Simón: están ensayando una pelea para hacer como que rompen y al pibe no le sale el malo. Y ella le dice "dale, agarrame un poco, fuerte, sacudime. A algunas mujeres nos gusta un poco de intensidad, ¿sabés?" Y él trata de hacerse el reo y besarla pero tampoco le sale.
Pero ese no fue el único beso interruptus. También tuvieron el propio el ex-ingeniero (¡¡que al fin logró irse a Buenos Aires!!) y Carmencita, cortados por el inoportuno botones que viene a retirar el bolso. Ahí quedaron, a dos centímetros y medio uno del otro, prometiéndose terminar en Buenos Aires y despidiéndose con yapa: ambos se miran, se ven desnudos, se ratonean, se quedaron re calientes.
Los que también se quedaron calientes fueron los que querían ver La amante del teniente francés en la carpita de Flauta, porque como el proyector estaba roto, el gordo Luque les contó la película. Preguntas, respuestas, "reflexiones profundas", la gente debate y hablan de la infidelidad. Diosanto.
Y a nosotras nos queda una duda: ¿no hubiese sido más divertido pedirle a Carmencita que hiciera unas piruetas? Mirá que la hicieron entrenar como una loca y desde el capítulo 2 que no se sube más al trapecio. Otro desperdicio.
Si este post estuviese grabándose en un cassette, se llamaría "Reflexión número 723 sobre el devenir de El Deseo", pero como estamos en un blog, elegimos homenajear al gran Bebi, que fue el único capaz de ponerle coto a la boludez de Flauta y Antonia.
Ustedes se acuerdan: la nena está atacada porque el novio la cuernea y le va a llorar al Flauta. Le hace boquita retorcida y el otro la consuela. La escena queda melodramáticamente interrumpida por la aparición de papá Dalmiro. Entonces pasan dos cosas: primero, un ridículo ataque de celos del padre hacia la hija... sin comentarios. Lo acusa al Flauta de ser un nadie de culo aplastado, diosanto. A Dalmiro se le cayó el malvado al pozo y vamos a ver cómo lo saca. Pero mientras tanto, el Bebi entra en acción y, ante la mirada bovina del gordo Luque, se manda con todo: "No podés consolar a una mina que te pasaste por las armas. Le estás haciendo el amigo bombero que encima se la garchó". Sublime. Y encima intercala un "ah, caramba". Monumental el Bebi. Ojalá que se le dé con Mabelita, hacen una pareja preciosa.
Otra puesta de puntos fue la de Carmen al ya sin dudas nabo de Simón: están ensayando una pelea para hacer como que rompen y al pibe no le sale el malo. Y ella le dice "dale, agarrame un poco, fuerte, sacudime. A algunas mujeres nos gusta un poco de intensidad, ¿sabés?" Y él trata de hacerse el reo y besarla pero tampoco le sale.
Pero ese no fue el único beso interruptus. También tuvieron el propio el ex-ingeniero (¡¡que al fin logró irse a Buenos Aires!!) y Carmencita, cortados por el inoportuno botones que viene a retirar el bolso. Ahí quedaron, a dos centímetros y medio uno del otro, prometiéndose terminar en Buenos Aires y despidiéndose con yapa: ambos se miran, se ven desnudos, se ratonean, se quedaron re calientes.
Los que también se quedaron calientes fueron los que querían ver La amante del teniente francés en la carpita de Flauta, porque como el proyector estaba roto, el gordo Luque les contó la película. Preguntas, respuestas, "reflexiones profundas", la gente debate y hablan de la infidelidad. Diosanto.
Y a nosotras nos queda una duda: ¿no hubiese sido más divertido pedirle a Carmencita que hiciera unas piruetas? Mirá que la hicieron entrenar como una loca y desde el capítulo 2 que no se sube más al trapecio. Otro desperdicio.
6.5.04
"Me estoy arrastrando"
Dijo alguien, que también dijo "me porté mal" y mucho no importa quién sea porque en realidad el que está hablando, por boca de ganso (literalmente), es el equipo autoral que viene planchando hace rato el mantel a cuadros y no para de lograr que la novela no vaya ni pa'trás ni pa'lante.
El ex-ingeniero se ataca. Sí, así como leen, de vez en cuando se **ATACA**, le pica todo (¿será la mugre?) y sale a correr por el bosque cual hombre lobo asarasado, grita, le salen ronchas, le duele hasta las lágrimas, le da calor y le sigue picando. Por eso va dejando la ropa tirada por ahí, cual rastro de pulgarcito, para que atrás venga nuestra heroína en bicicleta y lo encuentre, y él le diga "vení acá" y "dónde estabas". Ella seguramente estaba comiéndose una manzana, porque va a razón de una por capítulo.
Otra que se ataca es Antonia. Se ataca de celos. "¡Es grave, Flauta, me engañó!" le dice al tipo con el que se acostó en la primer semana, hablando de su novio, que la cree virgen e indecisa, y porta dichos cuernos como el más ignorante. Y el gordo Luque la consuela y ni por un segundo se le cruza por la cabeza decirle: "Nena, ¿y vos qué mierda te creés que hacías mientras yo te montaba en la carpa?". Hacé como dice la Bruzzo, querida, conectá con la vida de una vez.
La verdad que estas boludeces desgastan. La Bruzzo filosofandole al grabador también. Que Javier y Carmen amenacen todo el tiempo con que se van y nunca terminan de irse, también. La mística poco explicada del pantano -que dicen que tiene otros tiempos y ahuyenta, buuuu, qué miedo-, también.
Y al final, todos se van encontrando en la casa de la finada devenida canilla que gotea, que tuvo la previsión de preparar paquetes para todos antes de morirse sorpresivamente. Esperemos que no se les ocurra encerrarlos ahí para ahorrar costos de producción.
Dijo alguien, que también dijo "me porté mal" y mucho no importa quién sea porque en realidad el que está hablando, por boca de ganso (literalmente), es el equipo autoral que viene planchando hace rato el mantel a cuadros y no para de lograr que la novela no vaya ni pa'trás ni pa'lante.
El ex-ingeniero se ataca. Sí, así como leen, de vez en cuando se **ATACA**, le pica todo (¿será la mugre?) y sale a correr por el bosque cual hombre lobo asarasado, grita, le salen ronchas, le duele hasta las lágrimas, le da calor y le sigue picando. Por eso va dejando la ropa tirada por ahí, cual rastro de pulgarcito, para que atrás venga nuestra heroína en bicicleta y lo encuentre, y él le diga "vení acá" y "dónde estabas". Ella seguramente estaba comiéndose una manzana, porque va a razón de una por capítulo.
Otra que se ataca es Antonia. Se ataca de celos. "¡Es grave, Flauta, me engañó!" le dice al tipo con el que se acostó en la primer semana, hablando de su novio, que la cree virgen e indecisa, y porta dichos cuernos como el más ignorante. Y el gordo Luque la consuela y ni por un segundo se le cruza por la cabeza decirle: "Nena, ¿y vos qué mierda te creés que hacías mientras yo te montaba en la carpa?". Hacé como dice la Bruzzo, querida, conectá con la vida de una vez.
La verdad que estas boludeces desgastan. La Bruzzo filosofandole al grabador también. Que Javier y Carmen amenacen todo el tiempo con que se van y nunca terminan de irse, también. La mística poco explicada del pantano -que dicen que tiene otros tiempos y ahuyenta, buuuu, qué miedo-, también.
Y al final, todos se van encontrando en la casa de la finada devenida canilla que gotea, que tuvo la previsión de preparar paquetes para todos antes de morirse sorpresivamente. Esperemos que no se les ocurra encerrarlos ahí para ahorrar costos de producción.
5.5.04
Lo que más nos llamó la atención era cómo se les había ido la mano con esto de jugar a lo sobrenatural. Pero más indignante que el cambio de época de la novela era el nuevo cambio de cara de Fanego. Intolerable. Ya estábamos por meter una denuncia en la Sociedad de Ética Médica cuando nos dimos cuenta de que a alguien le pareció gracioso levantar El Deseo y poner a Mel Gibson. El Patriota, gran bodrio si los hay. Para no aburrirnos, hicimos este lindo dibujito.
Claro que pueden copiarlo, pero estaría bárbaro que nos mencionen, nos citen, nos recomienden a todos sus amigos y nos dejen algunos crédits, por qué no. Lo nuestro nunca va a dejar de ser un apostolado.
Claro que pueden copiarlo, pero estaría bárbaro que nos mencionen, nos citen, nos recomienden a todos sus amigos y nos dejen algunos crédits, por qué no. Lo nuestro nunca va a dejar de ser un apostolado.
4.5.04
"Yo con vos no me controlo más"
Y eso es lo que estamos esperando desde hace veinte días, querido Javier, era hora de que vayas apurando. Pero bueno, hoy no queremos hablar de eso, sino de los elementos "sobrenaturales" que El Deseo nos va planteando con el correr de los capítulos (hoy, los análisis profundos se los dejamos a cacerolo, antes de que se termine de aburrir y se vaya de una buena vez):
— Esa canilla goteadora que se interpuso en la conversación madre-hija, ¿será Luisa que reencarnó en el agua que tanto la molestaba? ¿Existen esperanzas/riesgos de que veamos otra vez a Susana Campos en acción?
— El ex-ingeniero terminó el capítulo altamente perturbado por algo que "le pica". Y justo hay luna llena, alguien se encargó de remarcarlo. ¿Será que Javier es un licantropo (un lobizón, cacerolo, uno de esos tipos que se transforman en lobo con la luna llena, ¿viste?). Se ve que la luna de El Deseo no es cualquier luna.
— ¡Qué linda pareja hacen Mabelita y el Bebi! Ahora bien, ¿es tan sobrenatural decir "paja" que tuvieron que hacerle decir "orgasmo"? ¿No es una palabra mucho más complicada para una chica como Mabelita que no sabe qué mierda le pasó cuando se tocaba?
— Escalofriantes los gritos de Solita. Sobrenaturales. ¿Por qué será que grita tanto?
— Otra cosa inexplicable, ¿por qué naty tiene un corazón tan noble?
— Sobrenatural resulta que nuestro cana de madera sea cana: ¿habrá hecho la colimba? ¿Lo habrán bailado alguna vez? Excesiva la escena de película muda, rayana con lo sobrenatural.
— ¿Por qué será que el uruguayo es tan pero tan madera? ¿Será que lo hace a propósito para contrarestrar tanto lomo?
— Pero sin dudas lo más inexplicable de todo es que el gordo Luque haya logrado que ya no se discuta si es el peor actor del país o del mundo, sino si puede ser considerado "actor" o simplemente "pizzero".
Y eso es lo que estamos esperando desde hace veinte días, querido Javier, era hora de que vayas apurando. Pero bueno, hoy no queremos hablar de eso, sino de los elementos "sobrenaturales" que El Deseo nos va planteando con el correr de los capítulos (hoy, los análisis profundos se los dejamos a cacerolo, antes de que se termine de aburrir y se vaya de una buena vez):
— Esa canilla goteadora que se interpuso en la conversación madre-hija, ¿será Luisa que reencarnó en el agua que tanto la molestaba? ¿Existen esperanzas/riesgos de que veamos otra vez a Susana Campos en acción?
— El ex-ingeniero terminó el capítulo altamente perturbado por algo que "le pica". Y justo hay luna llena, alguien se encargó de remarcarlo. ¿Será que Javier es un licantropo (un lobizón, cacerolo, uno de esos tipos que se transforman en lobo con la luna llena, ¿viste?). Se ve que la luna de El Deseo no es cualquier luna.
— ¡Qué linda pareja hacen Mabelita y el Bebi! Ahora bien, ¿es tan sobrenatural decir "paja" que tuvieron que hacerle decir "orgasmo"? ¿No es una palabra mucho más complicada para una chica como Mabelita que no sabe qué mierda le pasó cuando se tocaba?
— Escalofriantes los gritos de Solita. Sobrenaturales. ¿Por qué será que grita tanto?
— Otra cosa inexplicable, ¿por qué naty tiene un corazón tan noble?
— Sobrenatural resulta que nuestro cana de madera sea cana: ¿habrá hecho la colimba? ¿Lo habrán bailado alguna vez? Excesiva la escena de película muda, rayana con lo sobrenatural.
— ¿Por qué será que el uruguayo es tan pero tan madera? ¿Será que lo hace a propósito para contrarestrar tanto lomo?
— Pero sin dudas lo más inexplicable de todo es que el gordo Luque haya logrado que ya no se discuta si es el peor actor del país o del mundo, sino si puede ser considerado "actor" o simplemente "pizzero".
3.5.04
Es probable que los lunes de impongan como los días de hacer un poco de teoría, hipótesis, conjeturas, análisis, conclusiones, debate, investigación cruzada, estadística y demás yerbas sobre la telenovela que nos convoca, cosa que no será tan científica como la decodificación del genoma de la rata pero es infinitamente más divertida y nos ubica a la altura de las expectativas que generamos en nuestros fans y sponsors. Así que, como es lunes, hoy empezamos:
Es muy difícil tratar de analizar El Deseo sin hacer mención alguna a su predecesora Resistiré. Más allá de las comparaciones básicas como que el equipo es el mismo, algunos integrantes del elenco se repiten (no vamos a decir que repiten el personaje, no no no nooo), la edición cuidada, la musicalización "diferente", el misterio como material principal con el que se revoca el melodrama, y demás obviedades que se pueden leer por todos lados, El Deseo transita por una senda que Resistiré fue despejando a puro machetazo limpio, golpes que, más acertados y no tanto, fueron demoliendo muchos de los "cargos fijos" del melodrama clásico.
Cuando todavía no teníamos claro que lo nuestro era aportar puntos de vista interesantes para el análisis de las telenovelas, escribimos cosas como ésta y algunas otras que andan por ahí en fechas posteriores. Allá, en nuestra casa de yeguas y a medida que se sucedían los capítulos, sorpresas y desilusiones, decíamos que Resistiré era una telenovela de avanzada. Ahora, terminada y vista desde lejos, creemos que teníamos bastante razón. Hay muchos datos que respaldan esta afirmación, elementos todavía más importantes que la edición/musicalización, la famosa escenita de los jadeos y hasta el hecho de que empezaron telenovela y terminaron a pura intriga, con una pareja protagónica "debilitada" por la fuerza de la trama y la de los personajes que los rodeaban. Para mencionar sólo algunos (que acá lo que nos importa es hablar de El Deseo): la protagonista NO era virgen y ejercía su sexualidad con normalidad antes de conocer al galán; la protagonista le metió los cuernos a su pareja antes de enterarse de que era el malo-malísimo; hasta el capítulo final (una producción de la san puta pero una resolución de la historia muy por debajo de las expectativas que la misma historia generó) la lógica del malo era mucho más profunda que la mera ambición/maldad; el personaje de Andrés y todas sus relaciones; el trolo "normal", sin amaneramientos ni mambos serios; el glorioso personaje de Rosario, la Gran Leonarda, etc.
El Deseo tiene servidos todos los elementos que hereda de Resistiré. Su misión debiera ser retomarlos, corregir los errores y seguir abriendo camino. Pareciera que hacia allí se dirigen, teniendo en cuenta los siguientes puntos:
1) El papel de figurita central que antes caía en Diego Moreno, ahora lo tiene Carmen, con la ventaja de que Naty es cincuenta veces mejor actriz que el zapato de Echarri, así que, de no mediar desbarranques o imprevistos, éste tiene que ser el año de Natalia Oreiro.
2) Para no repetir el gran duelo Celeste Cid versus Carolina Fal (si no fuera por los guionistas, Martina Manzur se morfaba a Julia Mortimer), a Naty le pusieron tres galanes. A Carmen por ahora le gustan todos y, lamentablemente, no creemos que haya posibilidades de que se quede con más de uno: seguramente los autores la harán histeriquear con todos hasta ver cual es la pareja que más pega en la gente. Porque somos pocos los que disfrutamos de Carmencita jugando con los chicos lindos: la mayoría ya la tildó de "más puta que las gallinas", como dice una tal La Maga en el foro oficial, aun cuando todavía no pasó nada de nada con nadie. Es más, si ese tipo de voces logran gritar muy fuerte, capaz que dentro de unos capítulos nos desayunamos con que Carmen es virgen y todo.
3) Allá faltaban los elementos del melodrama clásico, acá los tenemos todos. La hija perdida (abuela que "se deshace" de su nieta sin que su hija lo sepa), la identidad robada, los secretos de alcoba, engaños, las mujeres intrigantes y apasionadas, los amores cruzados y también los que ningún paso del tiempo puede apagar. Todo eso bien mezclado con la trama del misterio y lo aparentemente sobrenatural, en un equilibrio que esperamos que no se desmorone.
4) El "misterio" es lo que la hace atrayente y a la vez la diferencia del resto. Por ahora, es una catarata de intrigas y enigmas que no cesa. En algún momento empezarán a aclararse y/o a complicarse todas las tramas que se vienen sembrando en cada capítulo. El desafío en ese caso es que su resolución esté a la altura de lo que se plantea: no se puede explicar en un cuarto de capítulo y con la pésima excusa de "hacer una raza de hombres perfectos" todo el tema de la sangre y la enfermedad de Doval que nos tuvo en vilo durante un año entero.
5) Los personajes secundarios sostuvieron Resistiré allí donde su pareja protagónica hacía agua. Acá tenemos una protagonista fuerte y un elenco que promete. Esperemos que todo siga funcionando tan bien como hasta ahora.
6) La edición, la música (una pegada más de la música: el tema "Mamy Blue" de los Pop Tops para una de las historias de Carmen), el cuidado de la fotografía y la imagen, la profusión de escenarios naturales, son cosas que sirven si se sostienen en el tiempo. Al pedo se gastaron no-se-cuántos millones en grabar el comienzo de El Sheik en San Juan con toda la parafernalia para después de unos cuantos capítulos encerrarlos a todos en un living y una carpa. Por otro lado está el tema de las dosis: que el cuidado no se vuelva ni obsesión ni sobredosis. De nada me sirve una joya musical ilustrando una postal del amanecer con quemaditos en sepia si es recuerdo, si la historia no avanza o lo hace erráticamente.
Las telenovelas que más perduran son las que rompen con algún hecho establecido: de Resistiré ya hablamos demasiado. Gaviota se emborrachaba para olvidar y su hombre era impotente con cualquier mujer que no fuese ella. Arnaldo André las cagaba a cachetazos. Betty la fea era un as para los negocios, a pesar de que el operativo de belleza no pudo hacer demasiado por ella. Alén se filmó por completo en exteriores. En Piel Naranja mataron a todos los protagonistas. Gasoleros se jugó por una pareja madura. Hay muchos ejemplos más. Será por eso que ahora los Roldán se resignaron a apostar sus fichas a la pareja Goity-de la V. Creemos que El Deseo tiene un buen auto y el mejor mapa, sólo es cuestión de salir a la ruta y no perder el rumbo ni aflojar el acelerador.
Es muy difícil tratar de analizar El Deseo sin hacer mención alguna a su predecesora Resistiré. Más allá de las comparaciones básicas como que el equipo es el mismo, algunos integrantes del elenco se repiten (no vamos a decir que repiten el personaje, no no no nooo), la edición cuidada, la musicalización "diferente", el misterio como material principal con el que se revoca el melodrama, y demás obviedades que se pueden leer por todos lados, El Deseo transita por una senda que Resistiré fue despejando a puro machetazo limpio, golpes que, más acertados y no tanto, fueron demoliendo muchos de los "cargos fijos" del melodrama clásico.
Cuando todavía no teníamos claro que lo nuestro era aportar puntos de vista interesantes para el análisis de las telenovelas, escribimos cosas como ésta y algunas otras que andan por ahí en fechas posteriores. Allá, en nuestra casa de yeguas y a medida que se sucedían los capítulos, sorpresas y desilusiones, decíamos que Resistiré era una telenovela de avanzada. Ahora, terminada y vista desde lejos, creemos que teníamos bastante razón. Hay muchos datos que respaldan esta afirmación, elementos todavía más importantes que la edición/musicalización, la famosa escenita de los jadeos y hasta el hecho de que empezaron telenovela y terminaron a pura intriga, con una pareja protagónica "debilitada" por la fuerza de la trama y la de los personajes que los rodeaban. Para mencionar sólo algunos (que acá lo que nos importa es hablar de El Deseo): la protagonista NO era virgen y ejercía su sexualidad con normalidad antes de conocer al galán; la protagonista le metió los cuernos a su pareja antes de enterarse de que era el malo-malísimo; hasta el capítulo final (una producción de la san puta pero una resolución de la historia muy por debajo de las expectativas que la misma historia generó) la lógica del malo era mucho más profunda que la mera ambición/maldad; el personaje de Andrés y todas sus relaciones; el trolo "normal", sin amaneramientos ni mambos serios; el glorioso personaje de Rosario, la Gran Leonarda, etc.
El Deseo tiene servidos todos los elementos que hereda de Resistiré. Su misión debiera ser retomarlos, corregir los errores y seguir abriendo camino. Pareciera que hacia allí se dirigen, teniendo en cuenta los siguientes puntos:
1) El papel de figurita central que antes caía en Diego Moreno, ahora lo tiene Carmen, con la ventaja de que Naty es cincuenta veces mejor actriz que el zapato de Echarri, así que, de no mediar desbarranques o imprevistos, éste tiene que ser el año de Natalia Oreiro.
2) Para no repetir el gran duelo Celeste Cid versus Carolina Fal (si no fuera por los guionistas, Martina Manzur se morfaba a Julia Mortimer), a Naty le pusieron tres galanes. A Carmen por ahora le gustan todos y, lamentablemente, no creemos que haya posibilidades de que se quede con más de uno: seguramente los autores la harán histeriquear con todos hasta ver cual es la pareja que más pega en la gente. Porque somos pocos los que disfrutamos de Carmencita jugando con los chicos lindos: la mayoría ya la tildó de "más puta que las gallinas", como dice una tal La Maga en el foro oficial, aun cuando todavía no pasó nada de nada con nadie. Es más, si ese tipo de voces logran gritar muy fuerte, capaz que dentro de unos capítulos nos desayunamos con que Carmen es virgen y todo.
3) Allá faltaban los elementos del melodrama clásico, acá los tenemos todos. La hija perdida (abuela que "se deshace" de su nieta sin que su hija lo sepa), la identidad robada, los secretos de alcoba, engaños, las mujeres intrigantes y apasionadas, los amores cruzados y también los que ningún paso del tiempo puede apagar. Todo eso bien mezclado con la trama del misterio y lo aparentemente sobrenatural, en un equilibrio que esperamos que no se desmorone.
4) El "misterio" es lo que la hace atrayente y a la vez la diferencia del resto. Por ahora, es una catarata de intrigas y enigmas que no cesa. En algún momento empezarán a aclararse y/o a complicarse todas las tramas que se vienen sembrando en cada capítulo. El desafío en ese caso es que su resolución esté a la altura de lo que se plantea: no se puede explicar en un cuarto de capítulo y con la pésima excusa de "hacer una raza de hombres perfectos" todo el tema de la sangre y la enfermedad de Doval que nos tuvo en vilo durante un año entero.
5) Los personajes secundarios sostuvieron Resistiré allí donde su pareja protagónica hacía agua. Acá tenemos una protagonista fuerte y un elenco que promete. Esperemos que todo siga funcionando tan bien como hasta ahora.
6) La edición, la música (una pegada más de la música: el tema "Mamy Blue" de los Pop Tops para una de las historias de Carmen), el cuidado de la fotografía y la imagen, la profusión de escenarios naturales, son cosas que sirven si se sostienen en el tiempo. Al pedo se gastaron no-se-cuántos millones en grabar el comienzo de El Sheik en San Juan con toda la parafernalia para después de unos cuantos capítulos encerrarlos a todos en un living y una carpa. Por otro lado está el tema de las dosis: que el cuidado no se vuelva ni obsesión ni sobredosis. De nada me sirve una joya musical ilustrando una postal del amanecer con quemaditos en sepia si es recuerdo, si la historia no avanza o lo hace erráticamente.
Las telenovelas que más perduran son las que rompen con algún hecho establecido: de Resistiré ya hablamos demasiado. Gaviota se emborrachaba para olvidar y su hombre era impotente con cualquier mujer que no fuese ella. Arnaldo André las cagaba a cachetazos. Betty la fea era un as para los negocios, a pesar de que el operativo de belleza no pudo hacer demasiado por ella. Alén se filmó por completo en exteriores. En Piel Naranja mataron a todos los protagonistas. Gasoleros se jugó por una pareja madura. Hay muchos ejemplos más. Será por eso que ahora los Roldán se resignaron a apostar sus fichas a la pareja Goity-de la V. Creemos que El Deseo tiene un buen auto y el mejor mapa, sólo es cuestión de salir a la ruta y no perder el rumbo ni aflojar el acelerador.
1.5.04
Nos da la impresión de que ayer, ni bien terminado el capítulo, teníamos algo que remarcar, algún detalle, alguna perlita, algo que sí. Pero hoy está todo evaporado. Es curioso, porque si nos preguntan seguramente responderemos que sí, que nos gusta El Deseo, y sin embargo todavía es como imprecisable el por qué.
Nos gusta el planteo de que a Carmen le gusten los tres (lo que más nos gusta en realidad es leer a las pacatas del foro oficial de la novela diciendo que es más puta que las gallinas, cuando en realidad, a la fecha, no pasó nada con nadie). Sin embargo tenemos mucho miedo que este planteo de avanzada para una telenovela transmute en una gran fiesta de histeria cuasi orgiástica.
Nos gusta el uruguayo, pero es de madera.
Nos gustaba Luisa, pero la mataron.
Nos gusta Mabelita pero aparece poco.
Nos gusta el Bebi pero aparece menos que Mabelita.
El capítulo de ayer, a pesar de ser de viernes, fue denso. Denso de aburrido, no denso de cuántas cosas que pasaron. Intentamos mirarlo con el método cacerolo, para detectar si nuestra mirada lega se perdía de algo, nos concentramos tanto que casi casi nos dormimos.
En fin, el capítulo de ayer no nos dejó casi nada. Excepto un gran pero GRAN interrogante. Casi casi la PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿por qué la mujer de Tomasini engaña a su lindo y joven marido con el cara-de-recortes-de-goma-vieja Dalmiro? Porque Tomasini no es el uruguayo, pero al lado de Fanego parece Brad Pitt.
Ahora vemos por qué siempre dicen que a las mujeres nadie las entiende.
Nos gusta el planteo de que a Carmen le gusten los tres (lo que más nos gusta en realidad es leer a las pacatas del foro oficial de la novela diciendo que es más puta que las gallinas, cuando en realidad, a la fecha, no pasó nada con nadie). Sin embargo tenemos mucho miedo que este planteo de avanzada para una telenovela transmute en una gran fiesta de histeria cuasi orgiástica.
Nos gusta el uruguayo, pero es de madera.
Nos gustaba Luisa, pero la mataron.
Nos gusta Mabelita pero aparece poco.
Nos gusta el Bebi pero aparece menos que Mabelita.
El capítulo de ayer, a pesar de ser de viernes, fue denso. Denso de aburrido, no denso de cuántas cosas que pasaron. Intentamos mirarlo con el método cacerolo, para detectar si nuestra mirada lega se perdía de algo, nos concentramos tanto que casi casi nos dormimos.
En fin, el capítulo de ayer no nos dejó casi nada. Excepto un gran pero GRAN interrogante. Casi casi la PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿por qué la mujer de Tomasini engaña a su lindo y joven marido con el cara-de-recortes-de-goma-vieja Dalmiro? Porque Tomasini no es el uruguayo, pero al lado de Fanego parece Brad Pitt.
Ahora vemos por qué siempre dicen que a las mujeres nadie las entiende.
30.4.04
29.4.04
YA ESTÁ TODO MEZCLADO
Dijo Fanego, en plena cepillada a la mujer de Bermudez/Tomasini. Y nos pareció un título totalmente acorde a este post que viene todo mezclado:
OTRAS FRASES DEL DIA
"Quería saber cómo hacemos para... (pucherito) ...vernos" (el ex-ingeniero a Nati).
"Me baño y voy", dijo Naty y ¡¡se cambió la ropa y todo!! (gracias a los autores por escuchar nuestro reclamo).
"¿Qué ojos querés que abra?", le dijo Mercedes a su madre. Ella no respondió porque es obvio: los que se te cierran cada vez que crees que estás en Gran Hermano.
"En El Deseo nos despertamos el deseo mutuamente, nos deseamos", dijo Máximo, haciéndose el galán recio.
GRANDES INTERROGANTES DEL DÍA
¿Alicia Bruzzo se emborrachó con licor 3 plumas o se fumó un canuto de perejil?
¿Por qué una chica pobre como Carmencita tiene tantos pares de botas?
¿Quién ganó el duelo de ombligos entre Naty y Antonia?
¿Por qué la cara de Fanego parece hecha de recortes de goma?
¿Por qué los ojos de la Bruzzo y de Erica Rivas parecen huevos fritos?
¿Por qué un señor se ahoga cuando el agua le llega a las rodillas?
¿Será Nahuelito eso que hay en el pantano?
¿Quién dijo que es buena idea tener un nene insoportable entre los personajes?
EVENTOS DESTACADOS
Gamboa no se murió pero se cagó hasta las patas. Cuando se entere Dalmiro...
Nati fue a Buenos Aires y volvió: 200 km no son nada. 400, menos. Ahora encima labura de peón: cambia cosas de lugar en la organización de la fiesta.
Efectos del capitalismo salvaje: le bajaron el sueldo a la masajista.
Recaída en el viejo y pedorro recurso de poner una escena esclarecedora (precedida por quemaditos en sepia) y, tras cartón, negarla demostrando que es un sueño/fantasía/imaginación.
Al final hicieron como que se murió Luisa, pero nadie puede creerlo, porque si se muere Luisa cagamos.
LA CEREZA DEL POSTRE
Francoise Hardy y su francesita voz. Un detalle.
Dijo Fanego, en plena cepillada a la mujer de Bermudez/Tomasini. Y nos pareció un título totalmente acorde a este post que viene todo mezclado:
OTRAS FRASES DEL DIA
"Quería saber cómo hacemos para... (pucherito) ...vernos" (el ex-ingeniero a Nati).
"Me baño y voy", dijo Naty y ¡¡se cambió la ropa y todo!! (gracias a los autores por escuchar nuestro reclamo).
"¿Qué ojos querés que abra?", le dijo Mercedes a su madre. Ella no respondió porque es obvio: los que se te cierran cada vez que crees que estás en Gran Hermano.
"En El Deseo nos despertamos el deseo mutuamente, nos deseamos", dijo Máximo, haciéndose el galán recio.
GRANDES INTERROGANTES DEL DÍA
¿Alicia Bruzzo se emborrachó con licor 3 plumas o se fumó un canuto de perejil?
¿Por qué una chica pobre como Carmencita tiene tantos pares de botas?
¿Quién ganó el duelo de ombligos entre Naty y Antonia?
¿Por qué la cara de Fanego parece hecha de recortes de goma?
¿Por qué los ojos de la Bruzzo y de Erica Rivas parecen huevos fritos?
¿Por qué un señor se ahoga cuando el agua le llega a las rodillas?
¿Será Nahuelito eso que hay en el pantano?
¿Quién dijo que es buena idea tener un nene insoportable entre los personajes?
EVENTOS DESTACADOS
Gamboa no se murió pero se cagó hasta las patas. Cuando se entere Dalmiro...
Nati fue a Buenos Aires y volvió: 200 km no son nada. 400, menos. Ahora encima labura de peón: cambia cosas de lugar en la organización de la fiesta.
Efectos del capitalismo salvaje: le bajaron el sueldo a la masajista.
Recaída en el viejo y pedorro recurso de poner una escena esclarecedora (precedida por quemaditos en sepia) y, tras cartón, negarla demostrando que es un sueño/fantasía/imaginación.
Al final hicieron como que se murió Luisa, pero nadie puede creerlo, porque si se muere Luisa cagamos.
LA CEREZA DEL POSTRE
Francoise Hardy y su francesita voz. Un detalle.
28.4.04
Es evidente que la alegría no dura demasiado. Ayer fue un típico capítulo de martes: después de embadurnarse de aprento el lunes, los muchachos hacen la plancha y regulan hasta el viernes, que esto recién empieza y encima Coraje se va a besar con la paspada de Clara. Una docena de huevos, dedicados especialmente al regreso de cacerolo, portando su más auténtico nick:
1) El tipo que hace de cana es inopinable: su papel es tan intrascendente como el gaucho que le tocó en la de Aristarain, tan lugar común como el matón de Okupas y tan olvidable como el de primer capítulo de Simuladores, que fue lejos más flojo. Está visto que si querés hacerte el marine y nunca corriste nada, tenés que ver mucho pero mucho más cine.
2) Andresito, ¿qué te pasa amor? Dejá de mirar de reojo y mostrarnos cuántos gestos aprendiste. Dejá de avisar "ojo que ahí viene el misterio, mirá lo que te voy a hacer". No abras la boca para quedarte impávido, querido. Sacame al inversor del pantano. ¿Por qué ya no te gusta ser malo?
3) Uruguayo, lo tuyo ya fue, volvé a Uruguay. Dejanos una foto que con eso basta y sobra.
4) ¿Era necesario traer a Celina Font y encima vestirla de gasas? ¿No hay tres miyón de actrices desocupadas dispuestas a poner algo de tripa que tenía que llamar justo a la eterna esposa pirada de Gustavo Bermudez?
5) Flauta, sos el peor actor del mundo. No se trara de que seas gordo, feo, desalineado, sucio, hippie o bohemio. No te queremos coger (diosnoslibre), ni te tenemos envidia ni querríamos estar en el lugar de Mortimer, ni nada por el estilo. Se trata simplemente de que sos el peor.
6) El musicalizador se bajó toda la banda de sonido de Kill Bill y la sigue usando, cosa que nos sigue gustando mucho. Ayer le tocó a (chupate ésta, cacerolo) The Flower of Carnage de Meiko Kaji.
7) ¡Qué leeenda Soledad Silveyra dicendo "¡qué besho!" con suspirito...! ¡Qué bizarra! Se ve que se inspiró cuando vio al ex-ingeniero en pelotas y mojadito.
8) A propósito: ¡el ingeniero se bañó! Capaz que hoy le toca al Uruguayo, o a Costumbrito, o al Bebi.
9) Un punto para Antonia: de a poquito va levantando. De todos modos nunca dejará de ser nuestra nueva Mortimer.
10) Mil puntos para Nati, a cara lavada y en remerita, charlando con su amiga en la cocina y admitiendo que le gustan los tres.
11) Idola Luisa.
12) Bebi, ¡cómo nos calentás! ¡Vení a decirnos Reina a nosotras! ¡Llevanos a dar una paseíto en la silla!
1) El tipo que hace de cana es inopinable: su papel es tan intrascendente como el gaucho que le tocó en la de Aristarain, tan lugar común como el matón de Okupas y tan olvidable como el de primer capítulo de Simuladores, que fue lejos más flojo. Está visto que si querés hacerte el marine y nunca corriste nada, tenés que ver mucho pero mucho más cine.
2) Andresito, ¿qué te pasa amor? Dejá de mirar de reojo y mostrarnos cuántos gestos aprendiste. Dejá de avisar "ojo que ahí viene el misterio, mirá lo que te voy a hacer". No abras la boca para quedarte impávido, querido. Sacame al inversor del pantano. ¿Por qué ya no te gusta ser malo?
3) Uruguayo, lo tuyo ya fue, volvé a Uruguay. Dejanos una foto que con eso basta y sobra.
4) ¿Era necesario traer a Celina Font y encima vestirla de gasas? ¿No hay tres miyón de actrices desocupadas dispuestas a poner algo de tripa que tenía que llamar justo a la eterna esposa pirada de Gustavo Bermudez?
5) Flauta, sos el peor actor del mundo. No se trara de que seas gordo, feo, desalineado, sucio, hippie o bohemio. No te queremos coger (diosnoslibre), ni te tenemos envidia ni querríamos estar en el lugar de Mortimer, ni nada por el estilo. Se trata simplemente de que sos el peor.
6) El musicalizador se bajó toda la banda de sonido de Kill Bill y la sigue usando, cosa que nos sigue gustando mucho. Ayer le tocó a (chupate ésta, cacerolo) The Flower of Carnage de Meiko Kaji.
7) ¡Qué leeenda Soledad Silveyra dicendo "¡qué besho!" con suspirito...! ¡Qué bizarra! Se ve que se inspiró cuando vio al ex-ingeniero en pelotas y mojadito.
8) A propósito: ¡el ingeniero se bañó! Capaz que hoy le toca al Uruguayo, o a Costumbrito, o al Bebi.
9) Un punto para Antonia: de a poquito va levantando. De todos modos nunca dejará de ser nuestra nueva Mortimer.
10) Mil puntos para Nati, a cara lavada y en remerita, charlando con su amiga en la cocina y admitiendo que le gustan los tres.
11) Idola Luisa.
12) Bebi, ¡cómo nos calentás! ¡Vení a decirnos Reina a nosotras! ¡Llevanos a dar una paseíto en la silla!
27.4.04
Le vamos a dar una semana más. Sí, sí.
Probablemente ya estemos enganchadas sin remedio.
Nos gusta.
Nos gusta que Natalia Oreiro juegue a la gata, a la histérica, a la ingenua, a la compasiva, a la distante, a la buenita. Hasta empezó a gustarnos que se pasee por el pueblo en topcito y botas de taco y se suba al auto del ingeniero y le diga boludo.
Nos gusta Luisa, personaje que Susana Campos hace crecer en cada escena.
Nos gusta como Fanego le va agarrando la mano a su Dalmiro y también nos gusta que se parezca un poquitito a Doval.
Nos gusta que Soledad Silveyra por fin haya abierto los ojos y ponga una cara distinta a "adelante mis valientes".
Nos gusta tener la esperanza de que Antonia tal vez, en un futuro, no resulte una Mortimer.
Nos gusta que aparezcan cada vez más enredos y misterios, y que encima de todo aparezca una santita.
Nos gusta que el pibe de Costumbres Argentinas haya despegado de su personaje pedorro de antes y ahora se juegue.
Nos encanta el uruguayo, aunque hable demasiado y no haya vuelto a hacer carpita.
Nos encanta que Andresito vaya tan al grano.
Nos encanta Mabelita.
Nos fascina el Bebi, aunque aparezca poco.
Nos encanta esa materialización de fantasías y deseos que logran a pura edición y música.
Nos encanta que se hayan atrevido a poner a Leonard Cohen en la novela. Nos parece un golazo.
Nos fascina escuchar por ahí perdida la musiquita de Kill Bill.
Nos gusta El Deseo, le ponemos más fichas.
Probablemente ya estemos enganchadas sin remedio.
Nos gusta.
Nos gusta que Natalia Oreiro juegue a la gata, a la histérica, a la ingenua, a la compasiva, a la distante, a la buenita. Hasta empezó a gustarnos que se pasee por el pueblo en topcito y botas de taco y se suba al auto del ingeniero y le diga boludo.
Nos gusta Luisa, personaje que Susana Campos hace crecer en cada escena.
Nos gusta como Fanego le va agarrando la mano a su Dalmiro y también nos gusta que se parezca un poquitito a Doval.
Nos gusta que Soledad Silveyra por fin haya abierto los ojos y ponga una cara distinta a "adelante mis valientes".
Nos gusta tener la esperanza de que Antonia tal vez, en un futuro, no resulte una Mortimer.
Nos gusta que aparezcan cada vez más enredos y misterios, y que encima de todo aparezca una santita.
Nos gusta que el pibe de Costumbres Argentinas haya despegado de su personaje pedorro de antes y ahora se juegue.
Nos encanta el uruguayo, aunque hable demasiado y no haya vuelto a hacer carpita.
Nos encanta que Andresito vaya tan al grano.
Nos encanta Mabelita.
Nos fascina el Bebi, aunque aparezca poco.
Nos encanta esa materialización de fantasías y deseos que logran a pura edición y música.
Nos encanta que se hayan atrevido a poner a Leonard Cohen en la novela. Nos parece un golazo.
Nos fascina escuchar por ahí perdida la musiquita de Kill Bill.
Nos gusta El Deseo, le ponemos más fichas.
24.4.04
Las yeguas estabamos felices de contar con el inestimable aporte de 'cacerolo': un escritor, director de teatro y crítico de arte que, no sólo nos corrigió el estilo literario, sino que nos marcó el camino que hay que seguir para comprender el arte verdadero. Gracias a él nos evitamos el tedioso trabajo de leer a Hegel y su teoría estética y dispusimos del tiempo necesario como para sentarnos en forma relajada a ver el capítulo de hoy.
Nuestra visión crítica cambió radicalmente. Y el efecto fue tan contundente que nuestra crítica de hoy gana puntos (no porque la novela haya levantado, sino por la influencia esclarecedora de nuestro amigo 'cacerolo'.)
Nati, a.k.a. 'Carmencita' viene en subida: esa onda ambigua, soy super sensible y re buena amiga; soy una gata sensual calienta pavas, soy una histeriquita, soy una yegua del orto auténtica... nos encantó.
La escena de las fantasías sexuales de los amigos/hermanos/barmans nos remontó a *esas* memorables escenas (flashback incluído) de Resistiré.
Red Hot Chilli Peppers: un acierto más delmusicalizador que es, sin dudas lo mejor de la serie.
Nos gustó tanto este capítulo que nos pareció que la dicción de Luis Luque mejoró (¿Estará yendo a una foniatra?)
El que hace de cana (disculpanos, cacerolo...) sigue siendo un zapato, por más escuela teatral que lleve encima.
Susana Campos cada día canta mejor.
El periodista podría haber sumado, de no ser por el papel de nabo que le hicieron hacer en su escena de "seducción a la gata", escena misma que Máximo Andresito aprovechó al mango cuando le tocó el turno y dijo: - ¿De qué la vas vos?, sin sacar la lengua ni aflojar la mandíbula.
Las yeguas nos sentimos esperanzadas y es probable que aguantemos una semana más, por lo menos.
Nuestra visión crítica cambió radicalmente. Y el efecto fue tan contundente que nuestra crítica de hoy gana puntos (no porque la novela haya levantado, sino por la influencia esclarecedora de nuestro amigo 'cacerolo'.)
Nati, a.k.a. 'Carmencita' viene en subida: esa onda ambigua, soy super sensible y re buena amiga; soy una gata sensual calienta pavas, soy una histeriquita, soy una yegua del orto auténtica... nos encantó.
La escena de las fantasías sexuales de los amigos/hermanos/barmans nos remontó a *esas* memorables escenas (flashback incluído) de Resistiré.
Red Hot Chilli Peppers: un acierto más delmusicalizador que es, sin dudas lo mejor de la serie.
Nos gustó tanto este capítulo que nos pareció que la dicción de Luis Luque mejoró (¿Estará yendo a una foniatra?)
El que hace de cana (disculpanos, cacerolo...) sigue siendo un zapato, por más escuela teatral que lleve encima.
Susana Campos cada día canta mejor.
El periodista podría haber sumado, de no ser por el papel de nabo que le hicieron hacer en su escena de "seducción a la gata", escena misma que Máximo Andresito aprovechó al mango cuando le tocó el turno y dijo: - ¿De qué la vas vos?, sin sacar la lengua ni aflojar la mandíbula.
Las yeguas nos sentimos esperanzadas y es probable que aguantemos una semana más, por lo menos.
23.4.04
Con cuatro capítulos en el haber y bastante poco que decir específicamente del de anoche (no solo nos aburrimos soberanamente sino que además el uruguayo mostró su origen ecológico: 100% madera), vamos a intentar un pequeño balance. Y aunque a esta altura las comparaciones son mucho más que odiosas, vamos a tratar de descubrir las líneas de descendencia que dejó Resistiré.
1) Mercedes (Soledad Silveyra) es y será la insoportable de la novela. Lejos (lejísimos) de grandes creaciones del género, como Leonarda o Dora Baret en Celeste o Antonella (lo mismo da), se quiere hacer la femme fatal y le sale el "mis valientes". Cómo será de fiera que hasta Leonor Benedetto, en el canal de al lado, está mejor que ella.
2) Hablando de nuestra inolvidable Leonarda, se huele que acá la incondicional es Alicia Bruzzo. Sin palabras.
3) Dalmiro (Fanego) heredó los pulovercitos de Doval. Lástima que no heredó la sangre, también.
4) El legado de Echarri al ex-ingeniero parece que no sólo es el papel de buenudazo, sino también los problemas capilares: a ver si le lavan un poco el pelo al chico, che.
5) Cristobal vino dispuesto a ocupar el papel de Caro y además a desbancarla del trono de nenes insufribles.
6) Cuando a Antonia, nuestra nueva Mortimer, se le caiga un gesto aunque sea de casualidad, vamos a saber si viene a ocupar el lugar de Julia o el de Cho.
7) Aparentemente, Andrés se hereda a sí mismo, pero todavía está demasiado lejos de sí mismo.
8) Luis Luque viene a ser tan insostenible como Carolo Arana.
9) La banda de pendejos todavía no da.
Y es todo por ahora. Sólo nos queda destacar cuatro puntos: primero, al siempre impecable Felix-Bebi hay que sumarle la maravillosa interpretación del hermoso y pirucho personaje de Mónica Scapparone, principalmente en el soplado de melódica. Segundo: el uruguayo está buenísimo, pero por favor dejenlo callado y haciendo carpita. Cuando habla se viene en banda todo. Tercero: lo mataron a Emilio Alfaro, ¿alguien lo va a extrañar? Por acá, no. Cuarto: finalmente vimos a Carmen poner "cara de algo" diferente (se ve que tanto maquillaje brillante le petrificaba los gestos) y la cosa puede prometer, siempre y cuando su lugar esté más cerca de Rosario y mucho más lejos de Julia. O sea: si a Carmen la ponen a hacer bardo con los tres tipos, todo bien. Pero si la ponen a histeriquear como a la Cid, nos cambiamos a Padre Coraje y se pudre todo.
1) Mercedes (Soledad Silveyra) es y será la insoportable de la novela. Lejos (lejísimos) de grandes creaciones del género, como Leonarda o Dora Baret en Celeste o Antonella (lo mismo da), se quiere hacer la femme fatal y le sale el "mis valientes". Cómo será de fiera que hasta Leonor Benedetto, en el canal de al lado, está mejor que ella.
2) Hablando de nuestra inolvidable Leonarda, se huele que acá la incondicional es Alicia Bruzzo. Sin palabras.
3) Dalmiro (Fanego) heredó los pulovercitos de Doval. Lástima que no heredó la sangre, también.
4) El legado de Echarri al ex-ingeniero parece que no sólo es el papel de buenudazo, sino también los problemas capilares: a ver si le lavan un poco el pelo al chico, che.
5) Cristobal vino dispuesto a ocupar el papel de Caro y además a desbancarla del trono de nenes insufribles.
6) Cuando a Antonia, nuestra nueva Mortimer, se le caiga un gesto aunque sea de casualidad, vamos a saber si viene a ocupar el lugar de Julia o el de Cho.
7) Aparentemente, Andrés se hereda a sí mismo, pero todavía está demasiado lejos de sí mismo.
8) Luis Luque viene a ser tan insostenible como Carolo Arana.
9) La banda de pendejos todavía no da.
Y es todo por ahora. Sólo nos queda destacar cuatro puntos: primero, al siempre impecable Felix-Bebi hay que sumarle la maravillosa interpretación del hermoso y pirucho personaje de Mónica Scapparone, principalmente en el soplado de melódica. Segundo: el uruguayo está buenísimo, pero por favor dejenlo callado y haciendo carpita. Cuando habla se viene en banda todo. Tercero: lo mataron a Emilio Alfaro, ¿alguien lo va a extrañar? Por acá, no. Cuarto: finalmente vimos a Carmen poner "cara de algo" diferente (se ve que tanto maquillaje brillante le petrificaba los gestos) y la cosa puede prometer, siempre y cuando su lugar esté más cerca de Rosario y mucho más lejos de Julia. O sea: si a Carmen la ponen a hacer bardo con los tres tipos, todo bien. Pero si la ponen a histeriquear como a la Cid, nos cambiamos a Padre Coraje y se pudre todo.
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