LA PAJA EN EL OJO AJENO
Resistiré es una telenovela de avanzada.
Pero no es una telenovela de avanzada por las boludeces que dicen los diarios, ni por la química de sus protagonistas, ni por los afiches de Celeste Cid en bolas ni nada de eso, ni porque la heroína no tiene todavía motivos para creer que está de novia con un malvado y entonces histeriquea entre dos.
Nah, esas son todas guevadas.
Además, demolamos ya mismo el mito Celeste Cid. Ni todo el rimmel del mundo, ese que ni se le corre cuando se ducha, la va a transformar en sex simbol. Esa mina nunca va a ser una yegua del orto. Ni tomando lecciones con Rosario, que hacía de su hermanita antes, va a poder llegarle a los talones a una yegua. Celeste Cid es una Mortimer Cuadriculada.
Pero Resistiré es una telenovela de avanzada.
Pero no por la escena de la "esperada" (¿esperada? nah, yo lo que espero es que Julia se vaya a lavar los platos, como toda Mortimer debe hacer) primera vez de Julia-Diego. Sí, está bien, acepto, estuvo muy bien la escena: sin escenarios románticos del orto (más bien todo lo contrario), sin sábanas para tapar nada, ¡¡sin fuego en el hogar!!, sin palabras llenas de melaza, sin coreografías gimnásticas (más bien con las maniobras torpes de cuando se desvisten dos personas que no quieren perder tiempo en eso, que de plásticas no tienen nada) y, la mayor pegada, sin música del orto. Sin más música que los gemidos, que siguieron con los títulos y que dejaron clarito que tanta calentura acumulada no se canaliza en eternas horas de poses para la foto y sábanas para taparse que no me vea nadie, sino más bien en unos poquísimos minutos de ir directo a los cataplines.
Sí, todo muy lindo, pero eso no la hace una telenovela de avanzada, sino una telenovela audaz y actualizada, que sin escapar de los estereotipos clásicos que todos queremos encontrar en una telenovela (el malo-malísimo, el bueno-buenísimo, la heroína sufrida, el personaje border, el gay, se viene el enfermo, etc. etc.) se permite tener elementos que la hacen una telenovela de avanzada.
Porque, sin duda, lo mejor de Resistiré está en el elenco:
Y no puedo ir al punto sin dejar de mencionar como al pasar a los personajes y la relación Rosario-Santiago no tiene desperdicio. Desde los "puto" de ella, pronunciados con la fuerza que hace saltar saliva notoriamente, hasta las lágrimas de calentura de él son mundiales.
Pero las dos mejores escenas de la novela tienen un protagonista exclusivo: Andrés.
La primera, cuando su tía Leonarda, inequívoca pose de cabeza y manos y movimientos, se acomoda en la falda de él y la cámara sube a la cara del tipo que tira su cabeza para atrás y frunce la boca al estilo del amigo borrachín de Homero Simpson. No se muestra NADA pero NADA queda en duda: estamos frente a la primera escena no explícita de sexo oral explícito.
La segunda, con Andrés solito en la ducha (otra característica distintiva de Resistiré es que la gente va al baño, y se ducha como la gente normal, en baños normales, sin espumas ni piletas olímpicas, sin baños llenos de platas y cosas que nadie tiene en su baño, sobre todo Andrés se baña), la toma es de un poquito abajo de la cintura para arriba, el tipo se está duchando y se pasa la mano por el cuerpo, como todo el mundo que no es el de novelas cuando se ducha, y de repente la manito baja fuera de cuadro y no se la ve, pero sí se ve el codo y el antebrazo y sobre todo el movimiento inequívoco de subibaja, la cara de él y otra vez no quedan dudas: asistimos a la primera paja de las novelas. Con toda una edición remoderna y recortada que quiere representar las fantasías y bla bla bla, pero también con todo el desgarro y desconsuelo que tan clarito se le pinta en la cara. El tipo se está pajeando en la ducha y a nadie le queda un milímetro de lugar para el eufemismo.
A ver si aprenden.
(publicado originalmente en Yeguas Inc.)